Todos conocemos el triste caso del ingeniero asesinado por una pueril reclamación de un asesino condenado, a un profesor que visitaba la casa de una hermana del occiso. Han habido otros casos de muertes por tomar los aparcamientos ajenos, para entender lo que pasa, voy a narrar lo que me sucedió a mi, que no tengo porqué hablar mentiras ni inventar historias,
Analice lo sucedido y saque sus propias conclusiones de quién es que provoca estos lamentables incidentes que terminan en violencia.
Mi esposo se va para el trabajo a las 7:30 am., a las 8:45 a,m. es que me marcho para mi oficina. A las 7:45 a.m. se estaciona en el aparcamiento de mi esposo un vehículo desconocido, lo veo y me voy a mi oficio.
A la una de la tarde, cuando regreso a mi casa para el almuerzo, el vehículo desconocido sigue allí. Llamo al 9-1-1 y le reporto a la operadora que un vehículo sospechoso esta estacionado en el lugar del vehículo de mi marido y que es probable que sea un vehículo robado, usado en alguna fechoría y abandonado aquí.
La operadora me dice que ellos no están para ese servicio, que llame a la Policía Nacional. Me da el número de teléfono y cuelgo. Llamo a Policía y hago el mismo reporte, 45 minutos después llega una camioneta con un oficial y una subalterna a quienes explico todo lo acontecido, son las dos y treinta de la tarde y llamo a mi jefe para decirle lo que pasa y que no voy a ir a trabajar.
El carro es depurado. La Policía determina que en la matrícula original del automóvil debe ser verde y está pintado de blanco. Colocan una banda amarilla policial indicando que el vehículo será incautado.
Llega otro vehículo de la uniformada del departamento de verificación de matrículas (placas), hacen un bulto, cuadran, llaman, reciben llamadas de vuelta y al final el vehículo no ha sido reportado como robado, por lo menos hasta ese momento. Llega mi esposo y no se puede aparcar en su lugar, está ocupado.
El oficial se sinceriza con mi esposo y le dice que no puede hacer nada, que tenía que llamar a los Amet para que se llevaran el carro en una grúa.
A las 4:30 pm. hacemos el reporte a Amet. Luego de tomar todos los datos de mi marido, de la manera más irresponsable que usted se pueda imaginar, la agente a cargo le dijo lo siguiente:
¨Señor, lo sentimos mucho, ese vehículo está dentro de un edificio y los Amet no pueden penetrar, si estuviera en la acera, enviaríamos una grúa y nos lo llevaríamos¨.
- Mi compañero le responde - ¿Entonces usted lo que me quiere dejar dicho es, que ese es un problema mío y que ustedes no pueden hacer nada, que lo tengo que resolver yo a lo macho?
- ¨¡Así es!¨, respondió.
Mi esposo le vació el aire a los cuatro neumáticos del vehículo, se fue a jugar tenis conmigo para la Casa de España y no volvimos hasta la doce de la noche.
Un vecino nos contó que el caballero que se había parqueado estaba muy molesto, comenzó a trabajar en un lugar alrededor de nuestro condominio y como no encontraba dónde dejar su auto, se parqueó en el de mi esposo. El señor apareció a las seis de la tarde.
Juzgue usted quién es que provoca los asesinatos por parqueos ajenos tomados.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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