Pues, millones de pesos, acuerdos y alianzas de aposentos que ofrecen al pueblo una cara distinta a lo acordado entre quien se encarga de aupar la reelección y quien da su apoyo para que dicho proceso sea una realidad y complazca antojos personales.
No es el primer acuerdo ni alianza que vemos en la historia de nuestro triste y gastado sistema de partidos tradicionales.
Como esto se trata del juego de mover y cambiar fichas, cual tablero de ajedrez, el lema justificante según dijo recientemente el jefe del PRD, Miguel Vargas, es tener en el país con su acuerdo con el presidente Medina un “Gobierno compartido de unidad nacional” y por eso dejará a un lado sus aspiraciones personales para apoyar y lograr el objetivo que sólo beneficiará al país.
La alocución de Vargas solo calienta un poco más el ambiente político a un año de las próximas elecciones.
Los rumores de apoyo a Medina se escuchaban desde hace tiempo y algunos perredeístas habían presentado su abandono al partido, contrarios a ese apoyo. Un acuerdo que venía rodando entre ellos desde hacía tiempo.
Así se mueve la política del patio. El PRD ahora dividido y decepcionado fue un gran partido, pero deja mucho que desear. Al igual que en el PLD donde la pugna de la división es latente aunque se empeñen en decir lo contrario.
La reelección está servida. Los pequeños partidos emergentes y necesarios tendrán que lidiar bajo las alianzas de los grandes. Como sociedad nadamos en las mismas aguas turbias de siempre.
Urge cambiar el sistema político, urge que esos partidos emergentes pequeños conciten la atención del pueblo y el resurgir de caras nuevas y urge que esta sociedad tenga memoria en los procesos electorales. Estamos hastiados de la misma gente y el mismo trapicheo.
Por cierto, sería ideal que esos flamantes legisladores que nos gastamos aprovechen y con la modificación a la Constitución para la reelección se reformen otros asuntos de vital importancia para la sociedad!!. La reelección no es vital y es un asunto realmente costoso para la conciencia de algunos…
Dunia De Windt
El Día
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