Los "periodistas" asalariados del régimen pintan un cuadro tierno de que la reelección es un pan comido y de que un Presidente en el poder es difícil de vencer. Quieren convencer a las mayorías de que el dinero lo es todo y que el Estado al servicio de un partido es invencible.
Cuentan los que tienen la sartén por el mango con sus abonados de los planes sociales de "Solidaridad" y sus familiares como votos electorales seguros, cuando nada en este país de lo insólito es seguro. Las 10 mil tarjetas repartidas en la UASD y los vehículos suministrados a dirigentes del PLD con "facilidades" no son suficientes para contener la ira de un pueblo abusado.
Ya el Presidente no es aquel personaje simpático que vendió una imagen bonachona en sus primeros años de gobierno, la gran mayoría de los dominicanos lo percibe hoy día como lo que se ha revelado, un hombre sin palabra, ambicioso, rencoroso y elitista.
La oposición demostró con pruebas contundentes que las visitas sorpresas son un fraude mediático, que el 4% del PIP para el Ministerio de Educación solo se ha utilizado para construir, reconstruir y remodelar; y que la pobreza solo ha bajado en la mente enfermiza de unos mentirosos patológicos borrachos de poder y de fortunas dudosas.
Durante este gobierno solo se han beneficiado impunemente los partidarios y los amigos empresarios favoritos de los mandantes, el pueblo no ha recibido nada por haber depositado su confianza en Danilo Medina, igualito que en la administración anterior. El reeleccionista incumplió su promesa de no buscar nuevamente la presidencia de la República y no existe ni un solo preso ni del gobierno anterior -el más corrupto que se recuerde- ni del suyo propio, como muestra probatoria de voluntad de adecentar la nación y castigar lo mal hecho.
El escándalo de corrupción en la OISOE es solo la punta del iceberg, desde hace muchos meses atrás se vienen denunciado travesuras e indelicadezas en la CAASD, en el Ministerio de Educación, en el Ministerio de Obras Públicas, en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y en el Ministerio de Cultura; y este Gobierno se ha mantenido ciego, sordo y mudo ante los reclamos de la sociedad civil y de los ciudadanos corrientes.
Lleva en sus espalda para cuando sea un ciudadano más todas las denuncias de actos reñidos con la moral y el buen uso de los recursos del Estado. Tan solo con el expediente de las dos plantas de electricidad a carbón que se construyen en Punta Catalina tendrá para sudar la gota gorda por muchos meses en la Suprema Corte de Justicia, sentado en el banquillo de los desesperados y de los proclives a enfermar.
La reelección no está ni estará segura hasta que que no se cuenten los votos el 15 de mayo de 2016. Este pueblo está cansado de corruptos, de delincuencia, de violencia y de mentiras. Ni que inviertan todos los millones del mundo podrán comprar la decisión de esta sociedad de salir de la peste peledeísta y de su pandilla acompañante.
Juan Santos / Desde La República Dominicana
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