Félix Bautista y la V de la vergüenza
La negativa del juez Moscoso Segarra a abrir un proceso legal contra el senador Félix Bautista constituye otro paso en la bancarrota moral de nuestra sociedad y su sistema político. Se han dado otros muchos, pero hay que reconocer que este ha sido particularmente doloroso para cuanta persona decente medianamente informada existe en nuestro país. Ha sido una muestra del deterioro de la República a que nos han llevado el Partido de la Liberación Dominicana, sus aliados y los que –por prebendas y temores- callan ante la debacle que nos viene encima.
La argumentación de Moscoso Segarra no es otra cosa que un fútil leguleyismo al que se ató para validar su militancia peledeísta y su conocida vinculación política con Leonel Fernández y su bolsillo derecho, Félix Bautista. Los pataleos del procurador Domínguez Brito, aunque justificados por el desaire, no se compadecen de su defensa a ultranza de Leonel Fernández cuando Guillermo Moreno intentó encausarle alegando lo que todo el mundo sospecha: corrupción.
Y es que Domínguez Brito, repito, que aún cuando concite nuestra simpatía, no está procediendo por motivaciones éticas, sino políticas. Y las querellas contra los depredadores (y sus absoluciones) siguen una clara motivación intrapartidista. No es la constitución, ni la jurisprudencia, ni la pulcritud ética, las que guían las actuaciones en este estercolero moral, sino las situaciones de poder al interior del PLD. Y solo con el tiempo sabremos qué fue lo que se negoció en esta coyuntura dominada por los reeleccionistas capitaneados por Danilo Medina y la gavilla que encabeza Leonel Fernández.
Y todo contra la República, sus instituciones y su gente. Otra inmensa bofetada, como la imagen de mafioso impune que nos ofreció Félix Bautista minutos después de que su camarada de fechorías políticas lo absolvió en nombre de la ley.
Aparece sonriente y haciendo la V de la victoria. O del vicio, la vulgaridad y la villanía.
La V de la vergüenza.
Haroldo Dilla Alfonso
Solo una idea
7 Días
La negativa del juez Moscoso Segarra a abrir un proceso legal contra el senador Félix Bautista constituye otro paso en la bancarrota moral de nuestra sociedad y su sistema político. Se han dado otros muchos, pero hay que reconocer que este ha sido particularmente doloroso para cuanta persona decente medianamente informada existe en nuestro país. Ha sido una muestra del deterioro de la República a que nos han llevado el Partido de la Liberación Dominicana, sus aliados y los que –por prebendas y temores- callan ante la debacle que nos viene encima.
La argumentación de Moscoso Segarra no es otra cosa que un fútil leguleyismo al que se ató para validar su militancia peledeísta y su conocida vinculación política con Leonel Fernández y su bolsillo derecho, Félix Bautista. Los pataleos del procurador Domínguez Brito, aunque justificados por el desaire, no se compadecen de su defensa a ultranza de Leonel Fernández cuando Guillermo Moreno intentó encausarle alegando lo que todo el mundo sospecha: corrupción.
Y es que Domínguez Brito, repito, que aún cuando concite nuestra simpatía, no está procediendo por motivaciones éticas, sino políticas. Y las querellas contra los depredadores (y sus absoluciones) siguen una clara motivación intrapartidista. No es la constitución, ni la jurisprudencia, ni la pulcritud ética, las que guían las actuaciones en este estercolero moral, sino las situaciones de poder al interior del PLD. Y solo con el tiempo sabremos qué fue lo que se negoció en esta coyuntura dominada por los reeleccionistas capitaneados por Danilo Medina y la gavilla que encabeza Leonel Fernández.
Y todo contra la República, sus instituciones y su gente. Otra inmensa bofetada, como la imagen de mafioso impune que nos ofreció Félix Bautista minutos después de que su camarada de fechorías políticas lo absolvió en nombre de la ley.
Aparece sonriente y haciendo la V de la victoria. O del vicio, la vulgaridad y la villanía.
La V de la vergüenza.
Haroldo Dilla Alfonso
Solo una idea
7 Días