Los partidos políticos son esenciales para el sistema democrático. Cuando Juan Bosch formó el PLD, Leonel Fernández teorizaba de manera tan convincente abogando por la justicia social, que Bosch lo apoyó hasta llevarlo al poder.
Desde Villa Juana, no solo escaló a la presidencia del PLD, sino también a la de la República, durante tres periodos.
Tras el partido haber pasado más de diez y seis años en el poder, ¿por cuál camino lo ha empujado Leonel ? Con el lema “servir al partido para servir al pueblo” la cúpula se ha servido bien.
Se hicieron multimillonarios.
Estructuraron los poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para blindarse. Están felices, sonrientes, poderosos, intocables, disfrutando como “tutumpotes”, mientras “los hijos de machepa” viven en la miseria.
En sus gobiernos, aumentaron también la delincuencia, corrupción, impunidad, inseguridad ¡Llueven las descargas negativas! El escándalo de Odebrecht es estremecedor.
En los periodos de Leonel consiguió varios contratos. Hay amenazas con desnudar corruptos con datos comprometedores que llegan desde los EE. UU. y Brasil, pero no les temen. Lo más lento posible, la Procuraduría General investiga y el Gobierno forma comisiones, como táctica dilatoria, para dar tiempo a los directamente implicados de “organizar sus ideas”
El presidente del PLD está callado. ¿Qué hace? Bueno, la mayor parte del tiempo se refugia en la Funglode, su empresa millonaria producto de su primer período de gobierno. Desde ahí se distrae, planificando eventos culturales, cine, golf, etc., que lo relacione con poderosos y lejos de los infelices.
Cuando la situación se complica, sale del país. Logró ser invitado del Foro Latinoamericano para “conceptualizar” sobre democracia en México, Ecuador y Argentina.
Después se va a EE. UU. a poner en circulación su libro “Democracia, modernidad y progreso”, donde aparecen sus discursos bonitos sobre cómo funciona un sistema democrático. ¡Vaya ironía! Aquí ese sistema ha colapsado.
Lograron dividir, destruir y convertir en colmados algunos partidos políticos. Destruyeron sus ideologías. Prácticamente, tenemos una dictadura.
Para el presidente del PLD, estos foros son más importantes que poner en práctica la democracia y combatir la pobreza.. ¿Por qué no suelta las riendas del partido y la toma alguien con coraje y deseo de buscar el bien común?
Se resiste a dejarla. Es clave para brillar y recibir invitaciones. Además, no se atreven a proponérselo.
El pueblo protesta por la corrupción e impunidad. El Gobierno luce solo, a la deriva. ¿Le retiró el PLD la plataforma política? No lo ayuda a sostener con firmeza el timón de la nación, a combatir males, a enderezar el rumbo.
La prioridad de Leonel, con sus necesidades económicas resueltas, es buscar reconocimientos internacionales, llenar su EGO. Se gestiona invitaciones para grandes eventos. En el país, no le preocupa el pueblo ni los motivos de su Marcha Verde.
Sabe como anestesiarlo en un momento dado. Prefiere instalarse en oficinas de la Funglode, no del PLD, para mirar en dirección contraria al sentir del pueblo… como si en su rol de presidente del PLD no fuera responsable del gobierno y de las bofetadas que le pegan a la democracia.
¡Que frustración!
Venecia Joaquín
El Día