El Consejo Económico y Social (CES) se la ha puesto difícil al Gobierno con el plazo fatal de 36 horas para que suministre la relación de gastos e ingresos desde 2006 hasta 2012, como condición para la discusión de un pacto fiscal. No se trata de un ultimátum, pero tampoco de una simple y cordial solicitud, sino de un órdago que pone a prueba la transparencia y la disposición al diálogo.
Fue el Gobierno el que convocó el CES, que preside monseñor Agripino Núñez Collado, para discutir la reforma que ha propuesto con el propósito de incrementar las recaudaciones. A la presión se agrega la advertencia del presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Manuel Díez Cabral, en el sentido de que la reducción del gasto es el punto de partida del diálogo sobre el proyecto tributario.
El Gobierno, si en verdad quiere dialogar, tendrá que cumplir con la demanda del CES. O, en su defecto, abocarse a una decisión unilateral. Una encrucijada, sin duda alguna.
No importa que cuente con apoyos tan sonorosos como el expresado por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, que es personal y no el de la Iglesia católica.
Cójanlo
El Nacional
http://elnacional.com.do/pagina-dos/2012/10/12/137893/Cojanlo
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