La historia de la cena de tacos realizada con lo que quedó del almuerzo
Realmente no les voy a ofrecer unas recetas de cocina en el día de hoy, más bien es una idea de lo que puede hacer para cenar con lo que quede del almuerzo de su hogar.
Antecedente
El menú en el almuerzo de ese día en el lugar donde sobrevivo fue el siguiente:
Arroz blanco
Habichuelas rojas guisadas
Batatas fritas (redondas y anchas)
Ensalada de lechuga, tomates, cebolla y aguacates (aunque Ud. no lo crea en diciembre habían aguacates [palta] disponibles en las calles y supermercados)
Carne de cerdo guisada
No participé del festín del mediodía y cuando llegué para la hora de la cena se habían agotado las batatas, el tomate de la ensalada y no apetecía comer arroz de noche.
Carne de cerdo
En un sartén pequeño coloqué la carne de cerdo guisada con su salsa, sin añadir ningún ingrediente extra. A medida que la carne se freía vertí un poco de salsa china (salsa de soja) y 1/4 de una manzana que se encontraba olvidada en un rincón profundo de la nevera, partida en cuadraditos pequeños. Le agregué una pizca de azúcar y unas cuantas gotas de limón hasta que la carne estuvo tostadita y con el color deseado.
Habichuelas
En otro sartén pequeño coloqué la cantidad de habichuelas que deseaba, tanto la salsa como los granos (más granos que salsa). A fuego bajo y con un tenedor los granos los fui aplastando hasta tener la consistencia de un puré blando. Allí mismo después de retirarlas del fuego las espolvoreé con queso parmesano.
Aguacate
Aplasté con un tenedor dos tajadas de aguacate, los dejé que quedaran grumosos, no los llevé hasta el nivel de pulverizado. Le agregué sal y unas cuantas gotas de limón.
Lechuga y cebolla
La lechuga fue rebana hasta un nivel aceptable conjuntamente con la cebolla que fue llevada a su mínima expresión. A estos dos ingredientes los rocié con aceite virgen extra de oliva, un par de gotas de limón y un chin de sal.
Tomate
Lavé un tomate bugaloo (Barceló) y luego lo corté en rodajas.
Tortillas
Calenté un minuto por cada lado las tortillas de harina que se encontraban hibernando en el freezer del refrigerador y con estas acompañé todo lo elaborado.
Estas sencillas ideas podrían ser la respuestas a esos que cuando no hay pan, queso y jamón en la nevera acostumbran a decir: "En esta casa no hay nada de cenar". Estos son unos verdaderos tacos criollos reciclados.
Nota: Las fotos de la ensalada y el aguacate se me extraviaron.
Marihal / Desde La República Dominicana
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