De las actitudes y acciones de líderes políticos y funcionarios, llueven lecciones cargadas de antivalores que inyectan en la juventud y que frenan el desarrollo armónico de la nación. Se destacan la hipocresía, traición, corrupción, prepotencia, injusticias. RD es una nación con instituciones débiles y la mayoría sumergida en la miseria. Los aspirantes a la presidencia prometen combatirla y luego en el poder, olvidan los pobres. Manejan los recursos y su propio partido, con criterios mercantiles y sin ningún pudor. Hasta a sus partidarios, les retuercen los resultados en convenciones y congresos para dejar fuera los que afanan por el bien común.
La primera lección que le dan a la juventud, es como llegar al poder escondido detrás de principios de honestidad, modernismo, de ayudar hijos de machepa y como tomar las riendas de partidos hablando de institucionalidad, disciplina y orden, cuando la verdadera finalidad es hacerse millonarios y negociar con el mejor postor, sin importar dejar un hoyo fiscal ni empobrecer más la gente.
Otras lecciones son de cómo blindarse con las altas cortes, desviar la atención pública ante cuestionamientos y buscar figuras de cierto prestigio moral, para arroparse con su honorabilidad.
Es un decir, jóvenes, aprendan que el poder es para usarlo a conveniencia, sin leyes ni criterios normativos que obliguen a pensar en la mayoría y menos en pobres. Ocúpense de ellos cuando necesiten votos. Recuerden que el poder compra principios, hasta religiosos. ¡Cómprenlos a todos! No dejen espacio para que juzguen sus acciones, pongan barreras impenetrables. Nunca ataquen corruptos poderosos, son aliados.
Recuerden que los medios de comunicación merecen trato especial. Son importantes para anestesiar el pueblo. Negocien con ellos. Detecten los periodistas ambiciosos, sin ética. Proporciónenles incentivos económicos y posiciones. Se volverán incondicionales. No hablarán de las necesidades ni pobreza. Debilitarán la competencia.
Jóvenes, sigan nuestro ejemplo y aprendan las técnicas de comprar, dividir y destruir partidos políticos. Se comienza conquistando líderes destacados con vacíos emocionales. Los hay tan mediocres y ambiciosos, que son capaces de vender hasta su mujer. ¡Cómprenlos! Ofrézcanles lo que más deseen, prestamos millonarios, posiciones, lo que sea. La idea es desmantelar los partidos de la oposición. Es más fácil con líderes que se meten a políticos para escalar, negociar y darse a conocer, los que no aman al país y menos los infelices.
Los pobres, aunque son mayoría y necesitamos su voto, no tienen mecanismo para que se escuchen sus lamentos ni enterarse de nuestras acciones reales. Así que nada de sentimentalismo, eso impide progresar. Más adelante les diré como mantenerlos entretenidos.
Para despertar confianza, aprendan a vender la idea de que su partido es diferente a los demás, que persigue progresos colectivos. Por ejemplo, la promesa de ayudar los hijos de machepa fue un palo pero solo era una máscara... Una vez en el poder, pueden quitársela y lanzarla a la basura. En nuestro caso, lo hicimos y corrimos al lugar soñado ¡Al selecto grupo de tutumpotes! ¡Oh buena vida, cuanto soñé con ustedes!
Jóvenes, hay múltiples formas de dar pinceladas de generosidad y amor a la patria. No necesitan un plan nacional. Vayan de sorpresa a los pueblos y entréguenle millones de pesos a productores y negociantes para sus actividades. Salgan a repartir tarjetitas, limosnas y abrazos a familias con el fogón apagado, las que la casucha se la llevó el río. Faciliten baños en el Malecón en Semana Santa, repartan canastilla. Dejen constancia teórica de defender con calor, el patrimonio nacional. Asegúrense que la prensa publique estas escenas conmovedoras. Ganarán adeptos.
Aunque la miseria sea espantosa y se vea por doquier, hagan proyectos de impacto, como metros, parque de luces, regalen universidades a otras naciones, etc. No dejen de hacer sus mansiones ni fundaciones desde el Palacio, les será de utilidad, podrán competir con los proyectos de los gobiernos.
Jóvenes, hagan contactos internacionales para dar conferencias, recibir condecoraciones y posiciones. Allá, digan cómo arreglar el mundo. No pierdan tiempo en arreglar este país.
Aprendan a trabajar por orden prioritario. Los primeros en acomodarse deben ser los altos ejecutivos del comité central, del comité político y funcionarios.Déjenlos hacerse millonarios. Sabemos que los pobres confiaron en nosotros y necesitan ayuda, pero “debemos servir al partido, para servir al pueblo”. Además, lo necesitamos con hambre e ignorantes para retener el poder. Mientras tanto, que se defiendan como puedan, con actos delictivos, atracos, robando cartera, etc.
Repitan sin cesar que cuatro años no son suficientes. Se necesita la reelección hasta el 2030. Como comprenderán, el modelo de Trujillo no estuvo mal. Aplíquenlo como nosotros. Háganlo, pero háganlo ya, que la palabra vergüenza y los sanos principios desaparecieron.
Esas son, a mi juicio, algunas lecciones dadas por políticos modernos que saben conceptualizar, a sus hijos y a la juventud en la última década. ¿Cuál es la diferencia con los demás partidos? Que llegaron con otro traje, mejor equipados y conquistaron expertos. Oh Dios.
Venecia Joaquín
Z-101 Digital.com
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