El cura católico padre Johnny, acusado de supuesta violación de 15 menores de edad en Constanza, no podrá comer helados de chocolates, ni pop corn ni pizzas. Según la justicia dominicana, creada y auspiciada por la cleptocracia gobernante desde 2004, tendrá que pagar setenta mil pesitos sucios y presentación periódica para decir: ¡ya no violo más menores de edad!
¡Ay! Si fuera una hija mía la violada por este monstruo, este hijo de puta hubiese sabido lo que es enfrentarse a un hombre con los cojones bien puestos. Ni siquiera el indigno y degenerado cardenal que nos gastamos hubiese evitado que lo mandara a mejores lugares.
Este abusador, tendrá que pagar por sus delitos cueste lo que cueste. Estaré pendiente a los jueces con precio en sus sentencias para ver qué resuelven con este degenerado sexual, protegido de la Iglesia Católica y de su cardenal homófobo.
Luis Del Monte / Desde La República Dominicana
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