La corrupción y la impunidad han malogrado y arruinado a la sociedad dominicana.
La corrupción blindada por la impunidad genera perversidad.
Los principales males que padece actualmente la sociedad dominicana reflejan efectos de la corrupción y la impunidad.
Como consecuencia, este país o barco nunca llegará a buen puerto mientras prevalezcan la corrupción y la impunidad.
La corrupción y la impunidad parieron al actual gobierno el cual mantiene su herencia del pasado expresada mediante notables y contaminados funcionarios.
No hay peor cuña que la del mismo palo.
Este gobierno es de pura cepa morada, igual que los anteriores del PLD.
El Palacio mantiene un silencio cómplice sobre la toma de la Tiradentes por los paleros de Leonel Fernández, el 5 de noviembre, recreando a “los paleros de balá”, la terrible banda de los remanentes del Trujillato para aterrorizar a la ciudadanía en calles y avenidas.
Para colmo, Leonel Fernández desafía a la prensa y a los periodistas, trazando límites a la libertad de expresión.
Todo esto mientras sus jueces actúan ilimitados en los tribunales para proteger a personeros de la ignominia.
Simultáneamente, desde Palacio se manejan hilos y coros de mujeres y hombres desamparados vociferando “cuatro años más para Danilo”. Esto significaría cuatro años más de impunidad o total protección a cada uno de los escándalos que han sacudido a la sociedad dominicana en la última década.
Si los titulares del poder no tienen pudor para utilizar a descamisados pidiendo reelección o advirtiendo, (paleros en las calles) que gobernarán hasta el 2044 (y después hablamos), el pueblo de abajo NO tiene que aceptar sumiso y humillado unas y otras amenazas.
La ecuación es sencilla.
En esta “democracia” el pueblo sigue despojado de opciones. El poder dominante pretende que aguante sin quejarse más corrupción e impunidad.
Esa imposición brutal, sustentada en recursos públicos fraudulentos, obliga a la actitud racional de lucha sin final contra la corrupción y la impunidad.
El pueblo es víctima de la provocación y, como si nada, le piden arrodillarse. ¡Así no!
Mientras la corrupción y la impunidad se fortalecen con burla y cinismo, el pueblo debe actuar con tenacidad y perseverancia animado por la justeza de su causa.
Raúl Pérez Peña (Bacho)
lasmanaclas@gmail.com
PANCARTA
http://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2014/12/9/348426/Lucha-sin-final-contra-la-corrupcion-e-impunidad
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