Solidario y cumplidor
No existe nada más triste que el velatorio o entierro de un conocido o de un ser querido, ni nada más tedioso que una misa de nueve días o de recordatorio. Hasta en sus días de mayores ajetreos político - partidarios o de su apretada agenda de trabajo cuando ocupaba altas funciones de Estado, Hatuey De Camps siempre estuvo presente en los velatorios, entierros y misas de la sociedad dominicana.
Son pocas las familias de este país que pueden alegar que Hatuey no estuvo presente cuando la parca visitó a alguien cercano. Lo hizo durante toda su vida. Nosotros estaremos a su lado ahora que le tocó a él, le haremos sentir a sus dolientes que Hatuey De Camps cosecha el aprecio que sembró.
Desde La República Dominicana
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