Inicia el 2017 con una sociedad dominicana dominada por poderes que no se gangrenaron bajo el impacto de todas las modalidades de corrupción.
Pasa con poderes temporales estructurados en votaciones viciadas: Ejecutivo, Legislativo, Municipal, Judicial, Electoral…; y pasa con poderes más duraderos que no se someten al sufragio: corporaciones privadas, transnacionales, medios de comunicación al servicio de la impunidad, cúpulas de partidos, estructuras de mando de las FF.AA., P.N., DNCD, DNI y élites eclesiales de variadas matrices religiosas.
Poderes temporales y duraderos que se conectan y combinan para robar, engañar explotar, saquear, excluir y exprimir a la sociedad trabajadora, productora, honesta… y a su valioso patrimonio natural; agobiándola y colocándola en ruta de la desesperación y el estallido.
Poderes estructurados como dictadura de clase dominante y dictadura política institucionalizada, como gobierno y “oposición” funcionales a ambas; decoradas con disfraces “democráticos”. Lumpen-estado, lumpen-capitalismo y lumpen-política irremediablemente gangrenados. ¡Incorregibles! Expresión local de un fenómeno presente en todo el sistema capitalista-imperialista mundial y sus falsas democracias.
En el 2016 las entrañas antipopulares y antinacionales de esos poderes – deshumanizadas al extremo- han exhibido una degradación sin precedente; situándose –no al país, sino ellos - como los peores del planeta materia de educación, salud, transporte público, diversión sana, seguridad ciudadana, sanidad ambiental, seguridad social, sistema de pensiones, protección a la vejez, respeto a los derechos de la mujer, oportunidades a jóvenes y adolescentes…; y los campeones en generar desigualdades espantosas, ecocidios, delitos, clientelismo, sobornos, crímenes policiales, femenicidios, embarazos en adolecentes, narco-corrupción, alienación y mentiras mediáticas.
Seis escándalos recientes saturan de pus esos poderes: 1) la estafa política-estatal de los “Tres Brazos”,2) las conexiones corruptas con Odebrech a nivel de Estado y empresas privadas, 3) la depredación de la principal fuente de agua en Valle Nuevo a cargo de magnates y funcionarios inescrupulosos; 4) la confirmación de soborno y estafa en la compra sobrevaluada de los Súper-Tucanos; 5) el descaro de otra compra sobrevaluada de otro avión a cargo de la DNCD, y 6) las continuas evidencias de asociación de la PN y DNCD con el crimen organizado; todos ellos impensables sin el involucramiento de altas jerarquías gubernamentales. Emulando los peores escándalos acaecidos en España, Italia, Grecia, Brasil, EEUU…
No vislumbro otra forma de poner fin a esos poderes gangrenados que no sea desobedeciéndolos y creando territorialmente un contrapoder popular que los desplace y construya su antítesis. ¡Sembrando democracia participativa y socialismo!
Narciso Isa Conde
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