Leonel y el PLD al libro Guinness
“El Quirinazo” ya es agua que pasó por debajo del amplio puente del narcotráfico que es el territorio que todavía se nombra como República Dominicana porque mucha gente no se ha dado cuenta de que esa nación fue convertida en un muy bien cimentado narco-estado, bajo la sagaz y audaz directriz de Leonel Fernández, quien logró amalgamar -es un deber reconocerlo- a los llamados tres grandes partidos y otros pequeños con los poderes legislativo, judicial, mediático y económico para servirse del mismo plato de la corrupción sin pelear, conforme la jerarquía de cada cual.
“El Quirinazo”, remarco (me gusta remarcar), ya es historia con remotas posibilidades de alguna vez ser de texto. La turbulencia de sus aguas para lo único positivo que sirvió fue para dejar totalmente claro que los habitantes de la República Dominicana se dividen entre narcos-políticos, con todos los poderes, y los demás, la mayoría sin poder y dispersa.
En otro orden, el desesperado intento de cobro público de $200 millones hecho por Quirino Ernesto Paulino Castillo a Leonel resultó ser para el presidente del PLD un enaltecimiento, como lo proclamó tan pronto se conoció el requerimiento de pago uno de los miembros del clan Vincho que, dicho de pasada, es el grupito que mayor provecho ha sacado para su feudo al asunto drogas.
Todo indica que en ese juicio el Vinchito no se equivocó, porque el cobro de Quirino provocó: 1) que Danilo Medina fuera a darle un abrazo público redentor a Leonel; 2) que el poder mediático le rindiera tributo al presidente peledeísta ignorando el tema; 3) que el poder económico le diera de lado al asunto, lo mismo que los “grandes” partidos; 4) que, como es lógico suponer, el aparato judicial ni se dé por enterado del caso, con todo y que el narcotraficante que cumplió condena en Estados Unidos llegó al país dispuesto a declarar en cualquier instancia que lo requiera. Paro de contar porque no hay ni que mencionar al Congreso.
Todo lo anterior -puros gestos de apoyo y complicidad- le dio pie a Leonel para, tras una ingesta de chicharrones, eructar con todo vigor el inicio oficial de su campaña para regresar a la posición de comando público del territorio de la ex República.
El “Quirinazo” restableció el orden en la cúpula del PLD, evidenciando con toda claridad que Leonel es el activo más importante (el 1-A) del narco-poder político reinante en la porción mayor de la isla que comparten dos estados corruptos y fallidos. Como tal, el PLD y sus aliados tienen el compromiso de preservar a Leonel al precio que sea. No espere lo contrario; lo de la reelección es sólo una búsqueda más del grupo de Danilo. En el PLD todo el mundo sabe que si quiebran a Leonel el narco-estado se hace añicos, y se fuñen todos, incluyendo a los aliados de los poderes mencionados arriba.
Leonel es imbatible, esa es la realidad. El tipo tiene una categoría que puede reivindicarla como récord mundial en el libro Guinness. Él es el único presidente de un partido político en el globo terráqueo al que un narcotraficante le ha cobrado públicamente, de manera reiterada, lo que invirtió en él y le ha sacado provecho a la persecución.
Mire, confieso que no he revisado el Guinness, porque estoy seguro de que en ningún otro territorio, y menos en una nación que se respete como tal, existe otro partido cuyo presidente sea sujeto de cobro público reiterado por parte de un narcotraficante. ¿No es eso demostrativo del dominio absoluto de Leonel del narco-estado? ¿En cuál otro lugar del mundo se puede ver algo así?
Lo cierto es que no sé cómo Leonel y el PLD -que buscan reconocimientos por doquier- no han reivindicado el récord, prometedor como lo es de una saga de marcas dignas del Guinness que serán muy difíciles de igualar en cualquier otro lugar del mundo. Tome en cuenta que Leonel será el primer candidato presidencial perseguido por cobro por un narcotraficante, y por ahí pa’lante.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y no permita que los narcos-políticos continúen aplastando a los demás en la RD.
Rafael Calderón
Entre Usted y Yo
7 Días