Carlos Morales Troncoso, Canciller RD.
Adrede y sin sonrojo
Apenas dos días antes de afirmar que desconocía el informe a través del cual el embajador Federico Cuello Camilo advertía sobre la sanción, Morales Troncoso había solicitado al ministro de Economía, Planificación y Desarrollo efectuar siquiera el pago mínimo para que el país no perdiera el derecho a voz y voto ante el organismo.
El diario digital “Elsiglo21.com” no sólo cita el oficio 2743 del 7 de este mes a través del cual el ministro de Relaciones Exteriores reitera la solicitud de un pago mínimo lo antes posible para evitar el escarnio, sino que anexa el MPR-DNY-019211 de la Misión Permanente ante la ONU, el cual dijo que no había recibido. “No hemos recibido ese informe; hemos indagado y buscado para ver donde se recibió el informe indicado por ese medio (El Nacional), pero nadie lo tiene”, dijo Morales Troncoso.
Pero se ha comprobado que el funcionario ha violado la verdad sobre una demora en el pago de la cuota que databa desde mediados del año pasado. Además del oficio del 7 de este mes a través del cual se solicita al ministro de Economía un pago mínimo de 1,500,000 dólares de la deuda total ascendente a 4,670,773,09 dólares, el canciller le anexó los números 3176, del 25 de noviembre de 2010, y 21183, del 6 de agosto del mismo año.
La actitud de Morales Troncoso no es un caso aislado, sino parte del contraste que caracteriza el discurso oficial y la realidad. La prosperidad que proclaman las autoridades no se corresponde ni en lo más mínimo, por ejemplo, con la crisis en los servicios básicos ni las penurias que padece la población.
El Estado que ha sido sancionado por morosidad como miembro de la ONU es el mismo que en 2006 aspiró, como parte de una ofensiva diplomática, a un puesto en el Consejo de Seguridad y que se gasta una de las representaciones más numerosas, pero que también dice tener la economía de mayor crecimiento en la región. O sea, que no se trata de una nación de esas que subsisten a duras penas.
Mentir adrede ha devenido no sólo en un mal hábito, sino en una desconsiderada falta de respeto. Hasta pruebas en contrario, Morales Troncoso sabe que no decía verdad cuando declaró el 9 de este mes que desconocía que República Dominicana había sido suspendida como miembro activo de la ONU. Y lo más probable es que antes que retractarse quiera justificarse.
¿Qué pasará? ¡Nada!
Editorial El Nacional
Caricatura: Cristian Hernández
El Nacional
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