Santo Domingo.-Los obispos del país deploraron anoche el salario de miseria que devenga la mayoría de la población, mientras se permite que otros ciudadanos disfruten de sueldos de lujo, además de cuestionar el estado de incertidumbre, desigualdad social, corrupción administrativa, deficiencia educativa, violencia, pobreza, delincuencia y pérdida de valores que predominan en el país.
En una Carta Pastoral con motivo de “500 años en defensa de la dignidad humana”, la Conferencia del Episcopado Dominicano critica que, además de los salarios de miseria, haya una gran mayoría de jóvenes que no tienen acceso a un trabajo remunerado, favoreciendo así puestos privilegiados en detrimento de los que no pudieron estudiar.
En su mensaje preguntan que “con qué autoridad se aprueban salarios injustos con los cuales los trabajadores no pueden cubrir sus necesidades de alimentación, vestido y vivienda”.
Los obispos indicaron que no se puede construir un país libre, soberano e independiente mientras esté en situación de atracos, sicariato, narcotráfico, participación de autoridades en actos delictivos, politiquería clientelista e inseguridad ciudadana.
Preguntaron que con qué autoridad se tolera que jóvenes no tengan oportunidad de educación, mientras el Ministerio de Educación tiene insuficientes recursos y no tiene control para mejorar el sistema.
“¿Con qué derecho se mantiene a una población dominicana, que se estima más de 20%, sin declarar, y que no tiene derecho a un nombre y a su propia nacionalidad?, se preguntan.
Los obispos dicen que la sociedad necesita un cambio de mentalidad, ser más solidaria y afianzarse en valores humanos y cristianos. Los religiosos indicaron que “se requiere que todos los dominicanos nos preocupemos para revertir el desierto de pecado y de injusticia en el que hemos sumergido nuestro país”.
En la carta pastoral se pregunta que con qué justicia se consiente que personas vivan en casas indignas, construidas en riberas de ríos y cañadas. “Dónde están los programas de ayuda para que los pobres puedan ellos construir sus viviendas”, precisaron, además de cuestionar la insalubridad en los campos.
“¿Con qué autoridad el Estado propicia que se siga llenando el país de bancas y juegos de azar, que explotan a los más pobres, y los mantiene en la miseria, imposibilitando salir de ella, con el pretexto de que se les cobran unos impuestos para luego devolvérselos a los más pobres e infelices como dádivas?”, manifestaron los obispos en la Carta Pastoral.
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