Juan Pablo Duarte nació en la ciudad de Santo Domingo el 26 de enero de 1813. Para la fecha la isla de Santo Domingo estaba dividida en dos territorios: en la parte Este, donde nace Duarte, España conservaba una colonia de las muchas que poseía en el Continente Americano. En la parte Oeste, antigua colonia francesa, ya había sido fundada la República de Haití desde el año 1804.
Estando nuestro territorio ocupado por Haití desde 1822, Duarte salió a estudiar rumbo a España para 1828 (no hay consenso entre sus biógrafos en cuanto al año exacto de salida y el de retorno) y durante su estadía en España, Duarte tuvo la oportunidad de apreciar el proceso social y político que se inició en Europa con la Revolución Francesa de 1789 y tiene que haberse impregnado de las ideas políticas que bullían en el Viejo Continente como el liberalismo y el romanticismo. En relación a esto último, el romanticismo, Adriano Miguel Tejada, en su libro Diario de la Independencia, Editora Taller, 1994, página 68 dice, haciendo una cita, que: "todo en él se mueve dentro del ámbito más definidamente romántico: su vida en el Viejo Mundo en un momento romántico culminante; su retorno a la Patria con el caudal de su experiencia romántica, en los oscuros días del cautiverio haitiano ...".
Duarte también se entera de los acontecimientos políticos y sociales que estremecieron varias naciones europeas en la segunda y tercera década del siglo XIX, pudiendo citar entre otras a Portugal, (expulsión en 1811 de las tropas francesas por las británicas al mando del duque de Wellington; ocupación militar inglesa hasta que en 1822 el rey Juan VI regresó de Brasil y aceptó una constitución de tipo liberal) Bélgica (1795-1815 Francia la ocupa; en 1815 unificación con las Provincias Unidas; 1830 la secesión de Holanda e independencia de las provincias belgas), e Italia (convulsiones políticas luego de la caída de Napoleón Bonaparte).
Duarte también tenía que saber lo ocurrido en Argentina, Colombia, Ecuador, Venezuela y México, entre otras naciones, luego de la invasión de Napoleón a España en 1808, lo que es indiscutible que influenció en su pensamiento liberal para la consecución de la independencia del territorio dominicano.
Es de presumir que Juan Pablo sabía que el general Rafael del Riego (1785-1823), militar y político español, luchó contra la ocupación de España por Francia en 1808, general este que introdujo principios masónicos en los cuarteles militares, principios masónicos que tanto atrajeron durante toda su vida a Duarte. Los sucesos españoles de 1808 y la muerte dada al general Riego en 1823 ahorcado, presumimos eran comentados cuando Duarte arriba a España para 1828 y tiene que haber acaparado su atención de manera determinante.
También a la llegada de Duarte a España estaban muy frescos los sucesos del Trienio Liberal (1820-1823), cuando el 9 de marzo de 1820 el general del Riego encabezó un movimiento militar que obligó el 9 de julio a que el rey Fernando VII jurara como rey constitucional, gobierno en el cual los liberales jugaron un importante papel. La lucha por la independencia en América, el apoyo de Fernando VII a la vuelta al absolutismo y la invasión de Los Cien Mil de San Luis patrocinados por la Santa Alianza, causaron el desplome del gobierno liberal y la vuelta al absolutismo el 1 de octubre de 1823. El estudio de estos hechos tiene que haber tenido mucha importancia para Duarte.
Estando Juan Pablo en España acaecieron los hechos de la Revolución de Julio de 1830 en París, donde la figura del liberal español José de Espronceda se movió incesantemente en las trincheras para permitir que en Francia el liberalismo lograra la victoria contra los conservadores que propugnaban que los Borbones continuaran con el régimen absolutista.
Juan Pablo vivió en España durante la década absolutista de Fernando VII (1823-1833) que siguió a los hechos desencadenados por el general Riego y los liberales en 1823. Estos acontecimientos, los de ribetes liberales, tienen que haber acentuado en Duarte el marco conceptual de lo que sería su pensamiento y acción al retornar al lar nativo.
Su pensamiento se refuerza en la vieja Europa, donde los intelectuales saciaban la sed de conocimientos enfrascados en las lecturas del Período de la Ilustración, del movimiento cultural de La Enciclopedia y de las grandes plumas que surgieron posteriormente.
Al retornar al territorio de la república que iba a fundar, Duarte no organizó, como hizo Santo Tomás de Aquino, el pensamiento de su época, pero como la filosofía tomista supo conciliar intelecto con fe, y como aquel tránsito de la filosofía medieval a la moderna, supo hacer una clara transición entre la razón y la teología y de seguro que estudió lo que para ese momento eran considerados caducos muchos de los enunciados de Aristóteles, especialmente por el que fuera controversial Thomas Hobbes (1588-1679).
El cultivado intelecto de Duarte siempre doblegó la testa ante Dios, como cuando inició el Juramento Trinitario inclinándose ante la "Santísima y Augustísima Trinidad de Dios Omnipotente" y cuando en su Proyecto de Constitución dice que "La religión predominante en el Estado es y deberá ser siempre la Católica, Apostólica",1 agregando con su pensamiento abierto a la realidad dominicana y del mundo, que esto último, lo de la religión, era "sin perjuicio de la libertad de conciencia y tolerancia de cultos y de sociedades no contrarias a la moral pública y caridad evangélica" 2 con lo que el pensamiento del Duarte intelectual y lleno de fe, abría un abanico de creencias, adelantándose así al tiempo, pues escribió su Proyecto de Ley Fundamental en 1844.
Al retornar Duarte al lar nativo por lo menos para 1832 y afirmar que lo que más le gustó de España fueron "Los fueros y libertades de Barcelona, ... fueros y libertades que espero demos nosotros un día a nuestra patria",3 se refiere sin duda a las luchas de los catalanes por su autonomía, los cuales iniciaron desde la misma edad media el proceso para la consolidación de su nacionalidad, exhibiendo Cataluña hoy día con orgullo su autonomía bajo el gobierno de la Generalitat. Duarte, que residió y estudió en zona catalana, tiene que haber sido impactado por la lucha de este pueblo por su autonomía. Desde aquí en adelante, Duarte despliega la ingente tarea de esparcir entre sus allegados la idea de separación de Haití.
Héctor Lachapelle Díaz
Mayor general (Ret.), Ejército Nacional (DEM), Miembro Emeritus Ad Vitam del Instituto Duartiano.
1) Juan Pablo Duarte, Proyecto de Constitución, Publicaciones Oficina Nacional de Administración y Personal, 1984, p. 7. 2) Ibídem. 3) Rosa Duarte, Apuntes de Rosa Duarte, Editora Corripio, C. por A., 1994, p. 40.
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Dibujo: Fernando Val
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