No se justifican las agresiones a periodistas y civiles por miembros del Partido de la Liberación Dominicana, armados con bates de jugar béisbol, chalecos antibalas y armas de fuego, durante una protesta pacífica el miércoles 5 de este mes contra el expresidente Leonel Fernández, en el Hotel Embassy Suites.
Robar cámaras fotográficas y carteras a reporteros de varios medios de comunicación para impedir que los atropellos a indefensos civiles fueran divulgados, forma parte del pillaje político que los dominicanos no vamos a tolerar.
Los videos de los noticiarios y las redes sociales muestran cómo se ensañaron contra una indefensa mujer, periodistas y ciudadanos. Esos hechos me recuerdan la campaña electoral de 1982 cuando un joven en Montecristi fue ametrallado por la seguridad de Juan Boch solo porque exhibió un gato al paso de una caravana del partido morado y el boicot que decretó el líder del peledeismo contra el desaparecido vespertino Ultima Hora.
En los actos del miércoles pasado sorprendió la indiferencia de la Policía Nacional, más bien actuó en favor de los agresores, apatía que involucra al gobierno de Danilo Medina que tiene bajo sus órdenes a la institución.
Cuando los incidentes estaban en su buena una patrulla policial ubicada cerca de la Avenida Gustavo Mejía Ricart contemplaba los hechos dos fotógrafos del diario electrónico Acento solicitaron auxilio para salvar sus vidas y como respuesta fueron montados violentamente en una camioneta y llevados en calidad de detenidos al destacamento del Ensanche Naco.
Los turberos pidieron la retirada de un contingente policial que se presentó al lugar antes de los incidentes bajo el alegato de que tenían el ”orden controlado”, una estratagema para facilitar su agresión.
¿Por qué la Policía obedeció órdenes de civiles y no se quedó en lugar? Decisión que habla muy mal de la Policía que debe estar al servicio de los ciudadanos sin importar su simpatía política. A los políticos hay que darle una lección cívica para evitar que sigan descargando sus furias y frustraciones contra la prensa y la población indefensa.
El 20 de julio pasado espalderos de Miguel Vargas Maldonado, durante los acontecimientos de la XXX Convención del Partido Revolucionario Dominicano, hicieron lo mismo. Esta tendencia autoritaria hay que frenarla. Ayer fueron los perredeistas y hoy son los peledeistas. ¿Actuarían estos personeros con semejante furia contra los corruptos de sus partidos?
Eli Heiliger
Diario Libre.com
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