La sentencia del magistrado Alejandro Moscoso Segarra, de “No Ha Lugar” a favor del senador Félix Bautista, acusado de 11 cargos de corrupción, ha sorprendido, ha generado sentimientos de desamparo y burla en la sociedad, por aquello de que solo hay justicia para los desamparados.
Pero para el que nunca fue sorpresa, aunque pasara su mal rato, fue para el Ing. Bautista, quien declaró: “siempre estuve tranquilo”. Sonreía mientras se abrazaba con sus abogados y su público susurraba “¡Hoy aquí se bebe!
Una sentencia tan trascendental como la que acaba de lanzar el otrora Comisionado para la Reforma de la Justicia, pone al descubierto el arduo trabajo realizado en la justicia dominicana, en pro de la impunidad, lo que merece ser bautizado con la mejor champagne por los beneficiados, como hacen los corredores de Fórmula Uno tras llegar a la meta.
Félix Bautista, él “vencedor”, como ilustraron las portadas de algunos matutinos, brazos en alto, con espléndida sonrisa, la que político alguno jamás haya exhibido.
Se nos revela como la encarnación del “Sueño Dominicano”, la imagen más completa de cómo individuos salidos de las entrañas del subsuelo de la improvisación, sin grandes dotes intelectuales, ni profesionales, emergen hacia el “éxito” desde una plataforma política, arrollando todo lo que encuentran a su paso, convirtiéndose en “notales “ figuras públicas de poder político y económico.
En su gesto, inmortalizado por las cámaras, manos alzadas en señal de L, sólo faltaba la botella, (cual Lewis Hamilton de la política).
La imagen del senador no denota que se trata de un imputado, que viene justo de salvarse de las acusaciones más graves de corrupción, falsificación, evasión de impuestos y lavado de activos, con las cuales se ha llevado a un político local al banquillo de los acusados, aunque no a juicio de fondo.
Estas imágenes son las de un mitin político de campaña, en el cual Félix, afianza su candidatura. “¡Félix, sin ti se hunde este país!” gritaba la audiencia eufórica, mientras el pueblo espectador, seguía la tragicomedia.
El Ministerio Público ha sido derrotado, el Procurador General de la República Francisco Domínguez Brito, con rostro grave, reconoce que “la justicia le fallo otra vez al país”, como si se tratara de dos escenarios, dos países distintos, dos justicias.
Surge la pregunta, si el Procurador habrá pensado en renunciar, aunque el viernes ha dicho, que “no se quedará con los brazos cruzados” y que “apelará la decisión”….Luego sabremos para qué.
Ganó Bautista, quien calificó su juicio de “politiquería “, una paradoja que conduce al inocente político, a revelarnos que ya no es necesario atravesar las tumultuosas aguas del Canal de la Mona para alcanzar el sueño americano. Aquí, donde estamos todos, sobrevivientes del caos institucional, desde aquí mismo podemos lograrlo todo, plenamente, el “sueño dominicano”.
Ya no es necesario tomar una yola, basta con aferrarse al carnet de un partido, y no cualquier partido, para atravesar las tumultuosas aguas de la desigualdad, la corrupción, los privilegios, la miseria, las mentiras políticas y la impunidad. Y realizar nuestro propio viaje hacia el “sueño…el dominicano”.
Las nuevas generaciones, tienen los nuevos paradigmas éticos y morales plasmados en este “exitoso político” multimillonario salido de la nada, que cierta prensa trae en primera plana el día sábado 28 de marzo con el titular “Félix Bautista sale limpio”. Lo ha vencido todo y nos ha vencido a todos, en especial a sus compañeritos de partido, que en algún momento de la historia ofertaron valores éticos y morales, como parte de un estilo de hacer política, original e inédito, la promesa de Juan Bosch, que pertenece a la pre historia del quehacer político decente de lo que fue la sociedad dominicana.
Amanda Castillo
Acento
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