Nadie que tenga un 80 % de popularidad contra un 20% hace las cosas que está haciendo el candidato a la reelección, Danilo Medina. (No tiene sentido, ni lógica electoral a menos que no esté pasando algo inadvertido)
Hay que estar muy desesperado, muy temeroso, muy “cuesta abajo en su rodada”, como dice el tango, para adelantar tres meses la campaña electoral como lo ha hecho el Presidente, utilizando sin ningún rubor, los recursos del Estado en locas caravanas proselitistas con decenas de vehículos de lujo oficiales, helicópteros y demás parafernalia del poder.
Danilo ha bajado cerca de 40 puntos. Si tenía 80, incluso 90 como decían, ahora debe estar en 40 o 42, no más. Las encuestas del gobierno lo dicen. De ahí su desesperación y nerviosismo; de ahí el uso desenfrenado de los recursos públicos y la violación de la ley electoral, etc.
Nadie que tenga un 80 %, contra un 20, sale a comprar toda la basura política que encuentre en el estercolero de la degradación y la podredumbre moral que ha creado justamente el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) durante los últimos 12 años.
Nadie que tenga uno de los niveles más altos de popularidad, incluyendo al presidente ruso, Vladimir Putin, el mejor valorado del planeta, compra un partido que vale “diez cheles” como el Revolucionario Dominicano (PRD) con toda la crápula que lo dirige por todo el dinero del mundo. Habría que estar loco o muy asustado. (También quiere comprar al Partido Reformista por lo que pida Quique Antún)
Nadie con un 80% compra senadores y diputados para que la aprueben la reelección, ni periodistas para que lo respalden.
Nadie con tal alta popularidad (80%) se ve precisado a emplear “malas artes” contra el presidente de su partido, Leonel Fernández, para “matarlo moralmente” trayendo al país a un capo como Quirino para una campaña mediática sucia, perversa y abusiva. (Ni al peor enemigo se le hace tal cosa. ¿O no?)
Nadie que se encuentre en las nubes del firmamento político electoral inaugura escuelas sin terminar, con serios vicios de construcción, que en un 54 % podrían colapsar de ocurrir un sismo, matando a todos los alumnos y profesos aplastados.
Nadie que esté solo en el pedestal, en el Olimpo donde habitan los dioses, se vale del clientelismo y el paternalismo, chantajeando y extorsionando a la gente pobre e ignorante con tarjetas solidaridad y bonos miserables.
Si fuera cierto que Danilo tiene un 80% y Luís un pírrico 20%, no estaría pidiendo la integración en la campaña electoral, casi a gritos, de Leonel Fernández, sobre todo después de haberlo vapuleado sin misericordia en públicamente.
(En el 208 Danilo no se integró a la campaña porque el Estado lo venció, pero Leonel no lo necesitó y ganó con un 57% en primera vuelta)
Para mí que el proyecto reeleccionista se precipitó. Para mí que Danilo está derrumbándose como los edificios viejos llenos de carcoma y otras alimañas; para mí su descenso es incuestionable; basta salir a las calles y preguntarle a la gente; ir al supermercado, antes la casa del terror, ahora la casa del Diablo; basta con ir a una universidad cualquiera y hablar con los estudiantes y profesores. La mayoría dirá que no votará por Danilo.
Haga una cadena en Internet pidiendo apoyo para la reelección de Danilo, con oraciones incluso, y verá que de cada diez persona nueve, por lo menos, lo mandará para la mierda o maldecirá a su santa madre.
La reelección va rumbo al fracaso. Lo sabe Danilo, lo sabe Leonel, lo sabe Comité Político del PLD. Lo sabe Luís Abinader, lo sabe Hipólito. Lo sé yo, y lo sabe usted. Lo sabemos todos. Para que caiga al precipicio de la derrota solo hay que darle “un empujoncito”.
Juan Taveras Hernández (Juan TH)
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