Aceptación popular baja de 82% a 49%
La agresión que ha realizado el gobierno en contra de la familia Abinader Corona no ha extrañado a nadie. El PLD ha sido durante todos sus gobiernos implacable con los que no se arrodillan ante su comité político y central. Son duros e inmisericordes con sus adversarios.
Es de esperarse que actúen con la misma gallardía y valor cuando les toque enfrentarse a su inexorable destino: los tribunales de justicia con jueces de carrera. Toda la cúpula del PLD debe estar mentalmente preparada para enfrentar responsabilidad por lo acontecido durante todas sus gestiones al frente de la cosa pública, todos sin excepción. En 2016, 2020 o en el 2044; les llegará su turno, es una cita ineludible y todos lo que han abusado y delinquido lo saben, están conscientes.
El ministro de Energía y Minas es un asalariado que no tiene categoría institucional, política ni empresarial para emprender por motus propio una acción de la envergadura que tiene el agredir a la familia Abinader Corona, solo actuando por instrucciones superiores osa un empleado público a cometer semejante atropello.
Esas órdenes provienen igualmente de la mente maligna y perversa que destruyó la imagen política del anterior ministro de esa misma cartera castigadora. Un ex aliado que no es nada simpático, pero que no se merecía que le desnudaran su incapacidad administrativa y sus costosos colaboradores de la manera desconsiderada que se realizó.
La familia Abinader Corona no va a dejar de comer porque 15 años después de tener una concesión de explotación se descubra que están en terrenos de un parque nacional.
Lo que deben pensar muy bien los empresarios dominicanos, la llamada empresa privada, que hasta ahora ha apoyado al Partido de la Liberación Dominicana es si vale la pena seguir financiando, respaldando y "chuleando" a este grupo de ambiciosos desmedidos, malagradecidos y prepotentes dirigentes políticos.
La retaliación política se ha manifestado en contra de un ex aliado político y en la familia de un aspirante a la silla presidencial, mañana le puede tocar a cualquiera, es tiempo de reflexionar si no está bueno ya de PLD, de endeudamiento, de corrupción, de delincuencia y de impunidad.
El camino está trazado ya, con un leve empujoncito salimos de esta peste. Quienes apenas unos meses atrás tenían 89% de aceptación en la sociedad dominicana apenas llegan al 49% hoy día, a pesar de que por ahí viene un paquete de encuestas de escritorio presumiendo de otros números favorables ficticios.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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