El robo público del préstamo por 130 millones de dólares a la Sun Land figurará como una de las grandes derrotas del Poder Judicial y de la institucionalidad de la República, propiciada por Leonel Fernández, quien con máscara de reformador instaló la más rapaz camarilla gobernante con el nombre de Partido de la Liberación Dominicana.
Con este préstamo, clandestino e inconstitucional, tomado por Leonel Fernández y su testaferro Félix Bautista, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) del período 1997-2012, se hundió en el más inmundo estercolero para siempre, los miembros de esta execrable corte, salvando los tres votos en contra, constituyen una real vergüenza nacional.
Nunca en la historia dominicana se llevó a la justicia a un gobierno en ejercicio, como hicimos nosotros en 2008, llevando ante la Suprema Corte de Justicia un recurso de inconstitucionalidad por una operación crediticia que nunca ratificó el Congreso Nacional y cuyos fondos fueron sustraídos por estos funcionarios.
La SCJ perdió la oportunidad de oro de fortalecer el Poder Judicial, simplemente aplicando la Ley, conforme a sus atributos por mandatos constitucionales, lamentablemente el presidente Subero Isa, y los jueces que votaron por la infame sentencia, le fallaron a la sociedad plegándose al presidente Leonel Fernández, el más corrupto de los mandatarios de América, al extremo de despojar a los/as dominicanos/as, del derecho de constituirse en querellantes, ante el abuso de poder o el robo rampante, contra los recursos de su pobre país.
Con su infausta sentencia, la SCJ modificó la interpretación que debería darse a la Carta Magna, estableciendo que solo los presidentes de los poderes, Ejecutivo y Legislativo, estaban facultados a iniciar recursos de inconstitucionalidad en estos casos, solo por proteger al desalmado y corrupto Leonel Fernández, que luego de la sentencia tuvo el descaro -como quien asiste al entierro de su víctima- de ordenar el pago de los pagares por los 130 millones de dólares al BHSC, que de seguro figuraban ya en cuentas de testaferros en algún paraíso fiscal del mundo.
¿De dónde sacará Subero Isa tanta desvergüenza para declarar públicamente que la sentencia de la SCJ presidida por él mismo, fue amañada, preparada y aprobada para salvar de la cárcel a estos truhanes, que denigran la nación al llevar su ciudadanía?
¿Cómo es posible que Leonel Fernández ande libre después de emitir poderes vinculantes a Félix Bautista, para que realizara una de las más espectaculares estafas de la historia mundial, por 130 millones de dólares, equivalentes a 5,200 millones de pesos, cual moderno Al Capone empoderado ahora con tecnologías cibernéticas?
La trágica suerte de la patria llora ante la presencia de Dios, cuando un presidente desalmado y corrupto, Leonel Fernández, convirtió las finanzas públicas en un fondo privado delincuencial, y para colmo, tomó dinero prestado a instituciones de crédito internacional a su libre albedrío, mientras los pobres del país se debaten entre la vida y la muerte.
Lo más doloroso es que quien suscribe, ciudadano con familia, arriesgó su seguridad y la de los suyos, recurriendo al tribunal con evidencias irrebatibles de tan vulgar robo, para que jueces corruptos y cobardes, fallaran protegiendo a delincuentes, en lugar de emitir sentencias ejemplares que garantizaran la estabilidad de las instituciones y los derechos humanos.
Muchas personas hablan de lucha contra la corrupción, como el doctor Guillermo Moreno, a quien respetamos y estimulamos en sus iniciativas valerosas.
Sin embargo, quien suscribe es el único dominicano en la historia que ha tenido el coraje de acusar ante la Suprema Corte de Justicia, a un gobernante en plenitud de su poder; nuestro propósito consistía en obtener una sentencia condenatoria de la inconstitucionalidad cometida, para luego procurar la condena de Leonel Fernández y su cómplice, forzándolos a la devolución del dinero y a cumplir treinta (30) años de cárcel.
Lamentablemente, Subero Isa y otros jueces antinacionales, troncharon la oportunidad de hacer justicia por primera vez en la historia.
El HSBC con base central originaria en Hong-Kong esta siendo investigado por medio mundo, como lo demuestra el siguiente comentario reciente de un periódico financiero de reputación universal.
El Financial Times, “informa que el HSBC podría enfrentar $1000 millones de dólares en multas, lo cual representa más de los $619 millones que el banco holandés ING acordó pagar para resolver las acusaciones de haber violado las sanciones impuestas por Estados Unidos, por ayudar a compañías a movilizar miles de millones de dólares a través del sistema financiero de Estados Unidos, Stuart Gulliver, director, advirtió que probablemente HSBC enfrentaría en los próximos meses otras medidas de otras autoridades estadounidense”.
Lo positivo, en medio de tanta inmundicia es que tenemos vida, para seguir actuando de cara al futuro.
Ramón Alburquerque
Z - 101 Digital
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