Amelia Dechamps, Patricia Solano, Juan Bolívar Díaz, Sara Pérez, Fausto Rosario Adames, Altagracia Salazar y Margarita Cordero
A continuación DLRD reproduce el artículo de Margarita Cordero publicado en 7dias.com.do en respuesta a las acusaciones que alegremente vertió el sacerdote católico Manuel Ruiz contra varios periodistas en un programa radial:
El cura Manuel Ruiz tiene un máster en saltarse por lo menos dos de los mandamientos de su Iglesia: el segundo, “No dirás el nombre de Dios en vano”, y el octavo, “No dirás falsos testimonios”.
Este lunes, en una entrevista en el programa radial El Sol de la Mañana, el cura Ruiz pecó sin sonrojos contra ambos. Habiendo convertido en cruzada acallar las voces críticas contra las pretensiones de la Iglesia Católica de apalancarse en el Estado para imponer sus posiciones, el cura acusó a un grupo de periodistas de recibir paga de los Estados Unidos para ayudar en la agenda de hacer aprobar en el país la despenalización del aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Ya antes, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez los había marcado con fuego en la ambigua carta de petición de “perdón” a la sociedad y a la feligresía católica por los crímenes de pederastia –al parecer no tan supuestos— cometidos por el exnuncio Joseph Wesolowski y el cura Alberto Gil, y los abusos sexuales del cura Juan Manuel de Jesús Mota (Johnny).
“Brevemente les digo quiénes son, quién los patrocina y qué buscan”, respondió el cura Ruiz a la periodista María Elena Núñez, quien momentos antes preguntara, no sin asombro, si acaso el escándalo es exclusiva responsabilidad de la prensa.
El cura respondió con la estratagema de congraciarse con Núñez excluyéndola del maléfico grupo. No, los “pseudocomunicadores (…) profesionales de la intriga, cuyo único fin es lucrarse de los jugosos pagos que les hacen sus patrocinadores” son Amelia Dechamps, Patricia Solano, Juan Bolívar Díaz, Sara Pérez, Fausto Rosario Adames, Altagracia Salazar y Margarita Cordero.
De manera desembozadamente insidiosa (¿acaso también católica?), y con ánimo de reforzar la “evidencia” de la pagada confabulación, el cura Ruiz citó –“para que ustedes vean la conexión”— los vínculos conyugales de Amelia Dechamps con Cristóbal Rodríguez y filiales de Margarita Cordero con Nassef Perdomo, ambos abogados de Profamilia en la defensa de su derecho a la expresión en el tema de la educación sexual.
“Bases” de la acusación
El cura Ruiz no deja espacio a presumirle ignorancia y mucho menos inocencia. Su “prueba” contra el grupo de comunicadores es el informe final de la Evaluación del IV Programa de País 2007-2011 del Fondo de Población de las Naciones Unidas, entidad que no identifica, limitándose a decir que el texto puede ser encontrado en la web de Naciones Unidas, lo cual no es cierto. Perversamente, el cura cita el punto 3.2 del informe como “mano en la masa” del grupo de los conjurados contra la Iglesia católica.
“Ahí ellos (el UNFPA) hacen un resumen de sus ejecutorias, a quién le dan dinero, a quién no y por qué”, miente como si viera llover y añade otra mentira no menos grave: “Y fíjense lo que está ahí en el punto 3.2: ‘desarrollo de una estrategia comunicacional a través de diferentes medios y vías que garanticen la neutralización de sectores conservadores que obstaculizan el avance de la agenda’. Entonces, acto seguido, pasan a mencionar la ayuda que hacen a una cosa (sic) que se llama A Primera Plana o la Asociación de Periodistas con Perspectivas de Género”.
La primera manipulación del cura Ruiz es descontextuar y mutilar la frase del informe, inserta en una tabla de recapitulación autocrítica bajo el epígrafe “Lecciones aprendidas”, correspondiente al área “Incidencia política y veeduría ciudadana”, que nada tiene que ver con la Asociación de Periodistas con Perspectivas de Género.
El texto completo (pág. 39) dice: “Desarrollo de estrategias comunicacionales a través de diferentes medios y vías que garanticen la neutralización de sectores conservadores que obstaculizan el avance de la agenda CIPD (Conferencia Internacional de Población y Desarrollo)”. El cura omite la alusión a la CIPD, y no es casual, porque le permite llevar la idea a los oyentes de que la agenda de referencia es la de los Estados Unidos.
“¿Quiénes están en eso (en A Primera Plana)?”, pregunta el cura para responderse a sí mismo de inmediato: “Ustedes lo van a ver y quienes nos escuchan pueden ver sus programas, por qué hay un ataque permanente, destructivo, solo a la Iglesia”, y pasa a citar los nombres de los comunicadores ofrecidos más arriba.
La mención en el informe de la Asociación de Periodistas con Perspectiva de Género está en la página 8, por lo que su vinculación con el párrafo citado en el balance crítico del UNFPA, en la página 39, solo obedece a la vocación tergiversadora de Ruiz.
Al evaluar el componente Equidad de Género de los programas, el informe dice textualmente: “En materia de capacitación desde este Componente se apoyaron múltiples e importantes acciones, entre las cuales se destacan la capacitación técnica al personal de las Oficinas de Equidad de Género y Desarrollo (OEGD’s) de diversos ministerios, la realización de la V Ronda del Diplomado sobre Tráfico Ilícito y Trata de Personas, la incorporación la temática de género en el programa de capacitación de jueces y fiscales, la capacitación a las Unidades de Atención Integral y otros operadores y proveedores en hospitales de diez provincias sobre la aplicación de las Normas de Atención a Víctimas de Violencia y la capacitación a periodistas en coordinación con la Asociación de Periodistas con Perspectiva de Género”.
Asimismo, la “Capacitación a 10 asociaciones de comunicadores sobre el enfoque no sexista: Campaña Nacional Educativa para promover el enfoque NO sexista en los medios de comunicación nacionales, en coordinación con la Cátedra de la UNESCO en RD (con sede en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, nota de 7dias), Red de Periodistas con Perspectiva de Género, MIDEMU (Ministerio de la Mujer), PNUD y UNESCO”.
Es cuánto.
No son estos los únicos apoyos a diversas instituciones mencionados por el informe y que el cura Ruiz silencia, pero citarlos sería prolijo. Para los interesados, 7dias.com.do publica el documento anexo a esta nota.
¿De dónde sacó los nombres?
A Primera Plana es (o era) una publicación de la Red Dominicana de Periodistas con Perspectiva de Género, surgida por iniciativa de la periodista y profesora cubano-dominicana Mirta Rodríguez Calderón con el objetivo de educar a los comunicadores en los códigos no sexistas.
En las páginas 25-26 del informe se describen las actividades de la Red a las cuales la agencia de las Naciones Unidas les prestó apoyo.
Para poder vincular a sus calumniados con el proyecto “maquiavélico” de los Estados Unidos (“que no dan nada” sin algo a cambio), Ruiz tuvo que recurrir al enlace htpp//aprimeraplana.org y espumar de una larga lista de colaboradores nacionales e internacionales, todos solidarios con la equidad de género, los nombres de los siete jinetes del Apocalipsis. Entre estos, vale decirlo, no figuran los de Patricia Solano y Amelia Dechamps.
Como colofón de sus mentiras, el cura dijo a sus entrevistadores (quizá presumiendo que ninguno lo oiría), que si le demostraban que lo dicho sobre el grupo es falso, estaba dispuesto a pedir perdón de rodillas.
Habiendo batido el récord de mentiras públicas, pocos pueden creer que el cura Ruiz esté dispuesto a cumplir la penitencia. Sus rodillas están salvas, pues, aunque solo si los calumniados deciden ser benevolentes.
Margarita Cordero
7dias.com.do
Foto: Alberto Rosario
http://www.7dias.com.do/index.php/noticias/147837/Cura_Manuel_Ruiz_miente_y_calumnia_a_sabiendas_en_intento_de_amordazar_las_criticas#.UjDNQNJRDDI