La mar se tiñe de rojo, pero no se debe a un efecto climático de la naturaleza.
Se debe a la sangre derramada producto de la crueldad con la que los seres humanos (“civilizados”) matan centenares de los famosos e inteligentísimos delfines calderón.
A esta celebración regularmente nadie falta por no perderse “la diversión”. Todos participan de una manera u otra, matando o viendo la crueldad, “apoyándola como espectador”.
Cabe mencionar que el delfín calderón, como casi todas las otras especies de delfines, se acerca al hombre únicamente para interactuar y jugar con él como gesto de amistad.
Así “jugamos” los seres humanos: todo lo terminamos echando a perder, ya sea violentamente o destructivamente. Hasta lo mas insano que nos permite la naturaleza.
Ellos no mueren al instante, son penetrados una y otra vez con filosos ganchos; en esos momentos el delfín emite sonidos parecidos a los un bebé llorando.
Sufren mucho y no hay compasión hasta que este dócil ser se desangra lentamente y adolorido por las tremendas heridas infligidas, se abate y muere sobre su propia sangre.
Finalmente estos “héroes” de la isla, ahora ya son adultos razonables hechos y derechos, ya han demostrado su "madurez".
Ahora nos toca a nosotros enviar el link de este artículo a todos nuestros conocidos para denunciar ante el mundo la barbaridad que cometen año tras año en la isla Feroe, de Dinamarca, los "adultos" y "maduros" de ese lugar.
Grid de Peña / Desde La República Dominicana
Washington, United States of America
Todos los derechos de las fotos: www.jail-alsahare.com
1 comentario:
La verdad es que es muy triste que para que alguien sepa que ha llegado a la madurez tenga que contribuir en esa matanza >:(
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