Es importante para la pareja que el hombre aprenda a controlar y a regular su orgasmo, pues así la mujer tiene más oportunidad de disfrutar el encuentro sexual y obtener también el suyo, ya que el tiempo que la mujer necesita para obtenerlo no siempre será el mismo que el hombre, que tiende a excitarse mas rápido y no amerita de tantos juegos previos y estímulos como la mujer, para alcanzar su clímax.
En la fase de excitación en el hombre, aparecen unas gotas de líquido a través de la uretra que no se puede considerar eyaculación. Son producidas por unas glándulas llamadas de Cowper, lubrican y limpian el tracto uretral para favorecer el paso del semen durante la eyaculación.
Cuando el hombre retiene el orgasmo y no eyacula, se produce la congestión de un tejido llamado albugínea que recubre los testículos y ocasiona dolor en ellos.
Si se encuentra afectada una parte de la uretra llamada esfínter, el semen no sale por ella normalmente como en una eyaculación, sino que va hacia la vejiga y se expulsa posteriormente con la orina. Esto se llama eyaculación retrograda.
Esta sucede en algunos casos de cirugía de próstata y de ingestión de algunos medicamentos.
En otros casos podría haber eyaculación sin una percepción placentera, ni erección. Generalmente, el hombre al tener el orgasmo pierde la erección.
Dra. Amalfi Núñez
El Día.com.do
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