Este 31 de diciembre de 2014 un grupo de amigos nos reunimos en Casa de Campo para recibir el Año Nuevo. Me encuentro en calidad de huésped junto a mi compañera en la residencia de un estimado amigo empresario quien nos acogió en su hogar y donde estaremos hasta este domingo que viene.
Anoche, luego de una linda cena familiar se apersonaron a la residencia un nutrido grupo de canchanchanes, conocidos y desconocidos de nuestro anfitrión. El ambiente fue formal y aglutinado hasta poco después de la llegada del 2015, a partir de allí las damas se reubicaron en una terraza lateral contigua a la piscina y los hombres nos movimos hacia un gazebo en la parte posterior de la villa, junto a un B.B.Q.
Transcurrido un considerable tiempo que no puedo precisar alguien tocó el tema de los personajes diabólicos que abundan en nuestra vida política, empresarial y social. Este tema no paró hasta las ocho de la mañana, hora que sirvieron un suculento sancocho de siete carnes que marcó el fin de el guateque.
Honestamente no se cómo no se armó un pleito de marca mayor, epítetos fuera de lugar, voces fuera de tono, gritos, puñetazos sobre las mesas, vasos y copas que se rompieron, etc.
Unos en defensa, otros en contra de los lúmpenes de la sociedad dominicana.
Quien escribe, además del oficio al servicio de la salud dominicana que ofrezco, participo en este blog desde hace años, como fui presentado en mi doble condición frente a personas que no tenía en calidad de conocidos, me abstuve de opinar durante toda la madrugada.
Básicamente la queja general era de cómo los medios de comunicación de los diferentes grupos empresariales daban cabida a políticos ladrones, traficantes de drogas, religiosos, empresarios de dudoso proceder, evasores de impuestos, corruptos y representantes de lo peor de la sociedad criolla.
Se habló reiteradamente de presidentes de partidos políticos, de expresidentes de la República, de abogados, funcionarios, exfuncionarios, grupos económicos, empresarios colegiados, militares, policías, jerarcas religiosos, jueces de todas las cortes, legisladores, etc.
La conclusión de los que participaron de la tertulia fue que la oligarquía de este país no toma experiencia ni está dispuesta a que las cosas cambien de como han sido desde la muerte de Trujillo, quieren mantener por encima de la voluntad del pueblo a los mismos grupos de delincuentes conocidos rotándose en el poder, porque esos son los que le dan su primacía y le garantizan la solidez económica que disfrutan.
Y es cierto, solo hay que leer, ver y escuchar los medios de comunicación de los grupos empresariales poderosos y allí encontrará notas de prensa, salutaciones, artículos, columnas, opiniones, análisis, etc., de gente que debería solo salir en esos medios para pedir que sean enjuiciados y llevados a la cárcel o anunciando sus condenas.
Inicia un nuevo año, comienza de nuevo la lucha contra los malos dominicanos, contra los apoyadores de corruptos y lacras sociales; con la fe y la esperanza de que algún día serán derrotados.
Les deseo un feliz Año Nuevo a todos mis visitantes y les doy las gracias por seguirme.
Luis Del Monte / Desde La República Dominicana
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