Y luego se suicida
CORRIENTES, Argentina. - La imagen es fuerte, impactante. Casi todo lo que sucede hoy queda grabado por una cámara. Y especialmente si eso ocurre en un lugar de acceso público, como puede ser un bar o una confitería.
Ernesto "Tito" González (63) era uno de los penalistas más conocidos de Corrientes. Había trabajado en los casos policiales más resonantes de la región. El miércoles pasado, a las 7.15 de la mañana, como era habitual para él, entró a un bar del centro correntino para reunirse con un socio y hablar de algunas causas. Saludó a varios conocidos –en el lugar suelen desayunar colegas, empresarios y comerciantes– y cuando se disponía a instalarse en una mesa, otra persona que estaba allí alteró la paz del lugar.
Fue entonces cuando un hombre de jeans, camisa a cuadros y campera de cuero negra que estaba sentado un poco más allá se paró y, sin decir nada, le disparó al menos seis veces. Luego levantó el arma y se pegó un tiro en la sien. Era uno de sus clientes, enojado porque no había logrado evitar que fuera a prisión por un caso de abuso sexual.
González había sido, entre otras cosas, defensor de Raúl "El Gusano" Menocchio (alias "El Hombre de las Mil Caras"), acusado de matar al productor cinematográfico Claudio Nozzi. También había actuado como querellante en el juicio en que se condenó a la banda que secuestró al estudiante Cristian Schaerer.
Su asesino fue otro de sus clientes, Walter Martínez, de 45 años, propietario de un lavadero y oriundo de la localidad de Riachuelo, donde vivía en una casaquinta ubicada a unos 8 kilómetros de Corrientes. Estaba acusado de la violación de dos sobrinas, hoy de 19 y 21 años, en episodios ocurridos en 2008 y 2009. Las denuncias en su contra habían sido realizadas en los últimos días de mayo.
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