Desde hace años las algas están causando estragos en todas las playas del Caribe, es una situación que no estaba prevista y que está afectando considerablemente el turismo que se marcha enfadado ante la presencia de los malolientes y desagradables musgos.
La clase dominante de Haití y su gobierno nos están dando duro a los dominicanos por el lado que más daño nos hace, con nuestro comercio exterior y el turismo; fuentes de ingresos de moneda dura que son la base primordial para poder cumplir con la irresponsable deuda externa en que nos ha inmerso la cleptocracia gobernante desde 2004. La prohibición de la entrada de productos agrícolas y avícolas medalaganariamente, así como la creación de páginas en las redes sociales para boicotear el turismo es una agresión similar a una declaración de guerra.
Llegó la hora de darle una lección a la oligarquía haitiana, constatemos si es verdad que ellos van a soportar la carga de más de un millón de pendejos comiendo tres veces al día, cagando las ciudades, utilizando los hospitales públicos y servicios de transporte subsidiados por su Estado.
La consigna debe ser ni un solo indocumentado, ni un solo vago ni delincuente de Haití en RD, depredando lo que es de los dominicanos.
Desde La República Dominicana
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