Reflexiona el ex presidente Fernández sobre la situación interna del PLD. Y siendo su presidente se asume que es la voz autorizada...
Es interesante que Fernández plantee que es la hora de darle calidad a la cantidad de miembros de su partido. Reflexión nacida de los turbulentos sucesos, con dos muertos, que se produjeron en las primarias para cargos de segundo y tercer grado...
Es francamente difícil pensar que eso es posible. El PLD de los círculos de estudio ya no existe. El PLD de ahora es el de las nominillas, la estructura formada a golpe de talonario que permitió una avalancha de votos “comprometidos con el ideario del profesor Juan Bosch”.
Es difícil volver a círculos de estudio cuando no hay ideología que estudiar. El PLD cambió su ADN siendo Danilo Medina el ejecutor de tal cambio y encargado de preparar la estructura que llevó a Fernández a ganar elecciones.
¿Qué posible retorno tiene eso? ¿Volver a estudiar un ideario ideológico de los años 70 del siglo pasado? Es imposible. ¿Recuperar el sentido del honor y la probidad que defendía Juan Bosch? Eso tan fácil y tan difícil como cumplir las leyes. No hace falta ninguna voltereta intelectual ni una nueva carambola organizativa.
Si Fernández cree que al PLD le falta calidad de formación en sus bases o le sobra gente... tiene un problema. Ni puede desbaratar ya el partido de masas en que se ha convertido el PLD ni va a lograr que sus bases estudien ciencias políticas...
Inés Aizpún
IAizpun[@]diariolibre.com
AM
Diario Libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario