Supuestamente inició en Europa, en Reino Unido, se ha ido esparciendo por todo el viejo continente, cruzó el Atlántico y ya es una fiebre entre los amantes de los quesos y de los que están evitando el consumo de carne roja por medio de los embutidos en América.
El queso no lo consumen muy pocas personas, unas porque son alérgicos a la lactosa y otras porque definitivamente no les gusta su sabor, simplemente. Otros, como nuestra compañera Jeannelle son adictos, a nosotros en lo particular nos agrada cualquiera y lo disfrutamos.
Estamos escribiendo para los que desconocen el boom de esta comida, si usted está al día, perfecto.
La receta es lo más sencillo que pueda imaginar. Pan de molde (sándwich) y tres quesos diferentes dentro de dos rodajas. Derretidos en una sartén de ambos lados. Eso es todo.
Las variantes
Como no todos comemos lo mismo la cosa se complica. Por ejemplo, una amiga española ralla queso de mahón (Menorca), gorgonzola y parmesano. A Marthica le gusta el roquefort, cream cheese y gouda, y a nosotros, como dijimos, cualquiera.
Hay quienes usan hasta cinco quesos diferentes, no nos lo contaron, lo hemos visto. El pan igualmente varía. Unos los compran criollos, otros, extranjeros, con nueces o integral, eso es decisión propia. La regla básica es pan de molde más tres quesos. De ahí en adelante lo que usted haga es su derecho.
Los quesos blandos se colocan sin novedad, los duros hay que rallarlos. Se mezclan en un envase y se introducen en el pan sin más misterio.
En una sartén a fuego bajo se dora el pan de ambos lados y se derriten los quesos...y listo.
Nuestra variante personal
Como ya habíamos probado varias exquisiteces de otros, notamos que quesos como la mozzarella, el crema y la ricotta tienen poca sal. Pensamos aliñarlos con aceite de oliva virgen extra y sal, al final nos decidimos por mantequilla (no margarina) criolla.
Lo que hacemos es rallar los quesos, unirlos y mezclarlos con una cucharada de mantequilla a temperatura ambiente. Doramos las rodajas de pan antes de colocarle los quesos, de ambos lados, sin que se pongan rígidas o duras y luego las rellenamos y las llevamos al sartén.
Hagan la prueba, es delicioso.
Marihal / Desde La República Dominicana
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