El Partido Revolucionario Moderno no es revolucionario, no es moderno ni es un partido. Es el partido revolucionario de la "M'. Con su alianza con el partido familiar PRSC, donde entrega "moché-moché" todo lo aspirable en las elecciones de mayo de 2016 ha dado un golpe mortal a las aspiraciones de cientos de miles de dominicanos que tenían sus esperanzas colocadas en esa organización.
El PRM se revela como 'más de lo mismo', un partido sin ideología ni moral.
Luis Abinader y su equipo han traspasado la misma línea que brincó el presidente del PRD, querer aparear 'macos' con 'cacatas'; logrando el mismo rechazo de la sociedad que vota con consciencia.
El sufrimiento, las carencias y los golpes que han recibido la militancia y los seguidores del PRM durante los últimos doce años quieren ser premiadas por este grupo de mercaderes sin escrúpulos de la política sentando a quienes han disfrutado de las mieles del poder en sus gobiernos y en los de otros con gente que aspira a una mejor nación, a un país menos corrupto.
El PRM es un negocio político y no todos estamos dispuestos a participar, y al igual que muchos otros no nos sumamos a esta sinvergüencería.
Que les vaya bonito, que en agosto tendremos 4 años más de PLD.
Juan Santos / Desde La República Dominicana
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