El Barrilito, la genial inventiva senatorial peledeísta, de usar Fondos Públicos a discreción; ha drenado al erario público en cuatro años la friolera de RD$ 919.6 millones, a través del rimbombante nombre de Fondo de Asistencia Social, basta leer este informe del periódico Hoy para advertir que esto es un fraude institucionalizado.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
Senadores gastan el barrilito sin controles
El barrilito ha sido la tabla de salvación para los senadores de la República que durante cuatro años han conseguido, por esa vía, casi mil millones de pesos que han gastado prácticamente sin control de ningún tipo. En la lista de gastos aparece de todo.
Del 2006 al 2010, los 32 senadores de la República han manejado RD$919.6 millones a través del Fondo de Asistencia Social (“Barrilito”), lo que incluye distribución de dádivas a personas necesitadas sin la debida transparencia, ya que en la mayoría de los casos en los registros contables del programa no se consignan números de cédulas ni direcciones de los beneficiarios.
Pero también han recibido más de RD$428.5 millones que el Estado dominicano pagó durante cuatro años a los legisladores de la cámara alta para cubrir su sueldo básico, gastos de representación, viáticos, dieta por sesión y por reunión de comisión, sueldos de los empleados de sus oficinas senatoriales, entre otros beneficios colaterales.
Además, cada senador recibe dos exoneraciones, sin tope, para la importación de igual número de vehículos, las cuales en la mayoría de los casos son vendidas a particulares por sumas de alrededor RD$800 mil por unidad.
El barrilito. Los 32 senadores manejan RD$19 millones 160 mil mensuales, RD$229 millones 920 mil anualmente y en los cuatro años RD$919 millones 680 mil.
El Senado de la República dice que la Ley 46-97 le asigna autonomía presupuestaria y administrativa y le otorga a cada senador el derecho de hacer uso cada mes de un monto base de RD$400,000 más RD$1.00 por cada habitante de sus respectivas provincias, sin que en ningún caso supere los RD$900,000. Se toma como referencia el censo del 2002.
Esa forma de distribución favorece a los senadores que representan las provincias con mayor número de habitantes.
Los que mayor cantidad de dinero recibieron mensualmente durante el cuatrienio 2006-2010 fueron Reinaldo Pared Pérez, del Distrito Nacional; Cristina Lizardo, provincia de Santo Domingo; Francisco Domínguez Brito, de Santiago; y Tommy Galán, de San Cristóbal. Cada uno de ellos recibió RD$900,000 por mes, que multiplicados por cuatro años son RD$43 millones 200 mil. El senador de Pedernales es el que menos recibe, RD$420 mil mensuales, lo que en el cuatrienio es RD$20 millones 160 mil.
El “Barrilito”, recursos económicos del Presupuesto Nacional asignados al Senado de la República, vino a sustituir en 2006 las subvenciones que otorgaba el Senado a las ONG.
Otros ingresos fijos. A los senadores se les paga como sueldo básico menual RD$125 mil, equivalente en los cuatro años a RD$6.0 millones. En gastos de representación reciben RD$50 mil por mes, que en el cuatrienio suman RD$2.4 millones; de viáticos RD$25 mil mensual, en los cuatro años RD$1.2 millones; dieta por sesión RD$3,500, si se estiman por lo menos siete al mes serían RD$245,000.
También disfrutan de dieta por cada reunión de comisión y se le asignan recursos por viajes al exterior. Cada senador recibe RD$25,000 mensual para hospedaje, exceptuando la presidencia y la vicepresidencia, debido a que ambos residen en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo.
Oficinas senatoriales. Se asignan para el funcionamiento de una oficina del Senado RD$190 mil mensuales para alquiler, gastos de luz, agua, teléfono, combustible, material gastable y otros suministros y servicios. De la nómina del Senado se pagan RD$289,000 mensual para cubrir los gastos de la oficina del senador de la sede central, y RD$142,500 mensual para cada oficina de gestión provincial.
Los bloques senatoriales. El Senado pagó a los tres bloques senatoriales para el pago de sus empleados RD$470,000 mensual.
Se divide de la siguiente manera: 50% para el bloque del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), 30% al del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el 20% al del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Los senadores, no conformes con sus ingresos extraordinarios, buscan la manera de aumentarse sus salarios bajo el alegato de que ganan menos que los diputados. El tema fue pospuesto para en otro momento más “oportuno” plantearlo y hacerlo efectivo, legislando para su propio beneficio.
Los senadores, por conveniencia, han olvidado las atribuciones que les asigna la Constitución de la República: representar, legislar y fiscalizar. Han preferido, pese a las críticas permanentes, mantenerse con el controversial “Barrilito”.
Para justificar el gasto de esos fondos, muchos senadores hacen el papel sustituto de instituciones del Estado llamadas a dar respuestas a las necesidades de la población, como son los ministerios de Salud Pública y de Educación, los ayuntamientos y otras.
El Barrilito morado. Como el Partido de la Liberación Dominicana obtuvo 31 de las 32 senadurías, también el “Barrilito” será morado. De mantenerse los senadores peledeístas y el reformista Amable Aristy Castro recibirán mucho más recursos del Estado, porque el censo que realizará en noviembre de este año la Oficina Nacional de Estadística (ONE) de seguro que revelará un aumento en el número de habitantes a nivel nacional y, por consiguiente, aumentará RD$1 por cada persona adicional registrada después del año 2002.
El PRD ya no manejará nómina senatorial, porque se quedó sin bloque.
En qué se gasta el “Barrilito”. La Oficina de Acceso a la Información Pública del Senado suministró a HOY un disco compacto (CD) con 5,806 páginas en formato PDF con la relación de uso y destinos del Fondo de Asistencia Social o “Barrilito” de los 32 senadores durante el 2009. Analizar cada uno de esos informes resulta una labor titánica.
El Senado señala que esos fondos son para que los senadores presten atención a las diversas solicitudes de ayuda que reciben de sus comunidades.
Explica que para obtener la reposición de los fondos correspondientes, cada senador deberá hacerlo contra facturas, de manera que quede constancia del destino de los recursos recibidos. Sin embargo, en una revisión del informe que entregó la OAIP a este diario se pudo constatar que los senadores no ofrecen números de cédulas ni direcciones de los beneficiarios.
La mayoría de los senadores intentan justificar el gasto de ese dinero en programas de becas a estudiantes, ayudas fijas, pago a bancos comerciales, empresas telefónicas, farmacias, floristerías, funerarias, empresas de electricidad, inmobiliarias, hoteles, restaurantes, estaciones de gasolina y supermercados.
Además a lavaderos de carros, centros educativos y a empresas publicitarias, entre otros.
Por ejemplo, el ex senador Alejandro Williams, de San Pedro de Macorís, benefició al señor Leonardo Sánchez con RD$700 mil. Con fecha 2 de marzo del 2009 aparecen dos facturas de RD$250 mil y otra de RD$200 mil. No se explica en el informe de la OAIP el concepto de ese dinero ni otros datos importantes.
Otro caso evidente del desvío en el destino de esos fondos es el del ex senador Francisco Radhamés Peña, de Valverde. En su informe de gastos de 2009 aparece con fecha 3 de enero de ese año un cheque con su nombre como beneficiario. La suma es de RD$111,519.95.
Entre las justificaciones para la necesidad de esos fondos, los senadores argumentaron que prestarían atención a diversas solicitudes de ayuda que reciben de las comunidades que representan.
En la presentación del informe del Senado a través de su OAIP advierte que para cada senador obtener la reposición de los fondos correspondientes deberá hacerlo contra facturas, de manera que quede constancia del destino de los recursos recibidos. “De esta manera se rompe con el sistema anteriormente establecido, mediante el cual los fondos se asignaban a discreción del presidente del Senado y vía fundaciones de legisladores”.
Los próximos beneficiarios. Los nuevos senadores que disfrutarán del “Barrilito”: Carlos Castillo, Arístides Victoria, José Rafael Sosa, Julio César Valentín, José María Sosa, Sonia Mateo, Félix Bautista, Rafael Calderón y Manuel de Jesús Pichardo Vargas.
Para el Senado, el “Barrilito” es un mecanismo de transparencia, ya que con el sistema anterior establecido, mediante el cual los fondos se asignaban a discreción del presidente del Senado y vía fundaciones de legisladores, no había control de uso y destino.
Adocco someterá. El director de la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (ADOCCO), Julio César de la Rosa Tiburcio, advierte que someterá ante la Suprema Corte de Justicia un recurso de inconstitucionalidad contra la resolución del Senado que autoriza la entrega de esos fondos a los senadores. Dice que someterá a los congresistas por malversar fondos públicos ya que no tienen cómo justificar en qué los gastan.
Rosa Alcántara
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