El Presidente ha dicho una gran verdad al afirmar que la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía es infuncional, pues carece de autoridad jurídica para impedir que se pronuncien palabras obscenas a través de las ondas hertzianas, por lo que ha sugerido instituir el Consejo Audiovisual, que tendría calidad para sancionar procacidades y evitar difusión de pornografía en horas inadecuadas.
La radio ha sido convertida literalmente en una porqueriza a través de la cual se vierten todo tipo de expresiones afrentosas reñidas con la moral, decencia y buenas costumbres, con el agravante de que quienes cotidianamente embadurnan de malas palabras el espectro radiofónico dicen estar protegidos por el principio constitucional que garantiza la libre expresión y difusión del pensamiento.
No se violenta ningún derecho individual si, como ha propuesto el Presidente, se crea una institución jurídica que establezca sanciones contra quienes viertan palabras obscenas a través de la radio y la televisión, que irían desde amonestación y multa hasta la suspensión del indecente.
Por debilidades de las instituciones jurídicas, permisibilidad o miedo de las autoridades en aplicar la ley o por padrinazgo de poder que amparan a comunicadores acostumbrados a pronunciar todo tipo de groserías por los medios de comunicación, la sociedad está a punto de convertirse en un retrete donde ese tipo de gente vierte sus inmundicias.
El idioma castellano está reputado como uno de los más ricos de la civilización en vocablos, sinónimos, antónimos que han servido para producir las más excelsas obras literarias que consolidan al español como una de las lenguas más habladas del mundo, por lo que constituye una necedad y un inaceptable irrespeto a la ciudadanía el vertido de vulgaridades a través de la radio y la televisión.
Dios quiera que esta vez, el presidente Fernández no se inscriba entre quienes han sucumbido al chantaje mediático que pretende imponer la vulgaridad como vida cotidiana, y cumpla con su promesa de promover por vía de un Consejo Audiovisual, el adecentamiento de los medios de comunicación.
El Nacional respalda de manera absoluta el planteamiento presidencial de que no puede haber nadie más en la radio diciendo malas palabras, porque no hay derecho a ensuciar con palabras soeces el sagrado fuero familiar.
Editorial El Nacional
http://elnacional.com.do/editorial/2010/9/8/59821/Todo-el-respaldo
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