Leonel: un psicópata consumado
El título con el cual publiqué esta columna el 26 de febrero de este año fue “Ejercicio gubernamental psicopático”, en la cual expuse que a seis meses para entregar la banda presidencial Leonel Fernández, si hubiese querido, podía darse por completamente satisfecho de haber realizado un ejercicio del Estado con auténtico perfil psicopático.
Lógicamente, Leonel no se dio por satisfecho, porque “el psicópata nunca se satisface”, y todo lo que ha hecho con determinación en los últimos meses es reafirmar que es un psicópata consumado, tanto en el ejercicio directo de la presidencia como en el indirecto que lleva a cabo en estos días. Su ego se siente cómodo bajo el dominio de la psicopatía que en él ha crecido como yerba mala sin poda.
Mire, tras concluir su más reciente visita al país los representantes del Fondo Monetario Internacional dejaron a todo el mundo con la boca abierta con el informe que rindieron sobre el estado de la economía y el déficit fiscal, que tras los ajetreos electorales de Leonel y su gobierno, sobrepasa los 200 mil millones de pesos, lo que significa que será mayor del 8% del producto interno bruto (PIB). Se ha hablado de que podría estar entre el 8.3 y el 8.5%.
Citados así, esos porcentajes se ven como simples cifras. Pero cualquiera de las dos es más de dos veces mayor que el 4% que corresponde por ley a la educación preuniversitaria, ley que Leonel -pasible de cárcel solo por eso- violó olímpicamente por ocho años consecutivos, con todo y que el mayor anhelo del pueblo dominicano es ver que ese porcentaje del dinero que le aporta al Estado se invierta en la enseñanza.
¿Cómo fue posible que Leonel gastara más del 8% del PIB de 2012 en la compra de la titularidad de la presidencia para Danilo Medina y en el inicio de su propia campaña con miras a las elecciones de 2016, pues Fernández jura que será el candidato de su PLD? Así fue porque, cito del artículo de febrero pasado: “los psicópatas no se ven reflejados en sus semejantes y tienen una manera de ser, una personalidad que les permite actuar sin piedad y con total indiferencia ante el dolor (reclamo, en el caso del 4%) ajeno”.
Molesta pensar que en solo dos meses y 26 días, del 20 mayo al 16 de agosto, el psicópata -que acosado por el pueblo ahora patalea buscando apoyo entre aquellos que recibieron aunque fuera un alfiler de cabeza del dinero del Estado dilapidado por él- pudo gastar para fines personales el 4% del PIB que siempre le negó a la educación, durante su festival de inauguraciones de obras sobrevaloradas y sin terminar, pues los economistas coinciden en que fue mayor el gasto del gobierno después de las elecciones.
Y lo más grave del caso es que los gastos continúan en favor de Leonel. Usted puede estar seguro de que no es con el dinero de la Funglode, el negocio personal de Leonel, que se pagó la presentación de este por televisión, con la asistencia de los principales encargados del Estado a los estudios de Telemicro. Lo mismo puede afirmarse de las reuniones de “apoyo” con los viejos, poseedores de más miedo a perder una pensión que de vergüenza, encabezados unos por Delio Gómez Ochoa, bautizado por Camilo Venegas como “el héroe que no murió a tiempo”, y otros por Johnny Ventura, a quien no le caben más ventas públicas de autorretiros de la música, por lo que optó por sacarle provecho en el PLD a su condición de exsíndico del PRD.
Psicópata de tomo y lomo, Leonel no ve a esos viejos como gente sino como “herramientas útiles para alcanzar un beneficio” y por eso en lo mínimo le preocupa exponerlos frente a las fuerzas más poderosas de la sociedad, que lo son la juventud y la clase media en cualquier parte del mundo.
Y la República Dominicana no será la excepción, así que más temprano que tarde los jóvenes y la clase media nuestros completarán la profilaxis de su sociedad, algo que ya iniciaron llamando por el nombre propio ladrón a quienes le han robado parte del pasado, el presente completo y parte del futuro, comprometido con deudas que aumentan cada día.
En mi columna de febrero varias veces me auxilié de conceptualizaciones hechas por el psiquiatra y tratadista Hugo Marietán, quien sostiene que una de las características básicas de los psicópatas es la “cosificación, que implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, desjerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo”.
Leonel “desjerarquizó” a Danilo por primera vez en 2007, y dígame usted si no fue eso lo que repitió el 13 de los corrientes cuando lo suplantó, sin permitirle siquiera hacerle coro, junto a la vicepresidenta y el comité político del PLD, en el salón de Telemicro, donde Fernández justificó su hoyo fiscal, cuatro veces mayor que el de Baninter, que, dicho de pasada, le sirvió a Leonel para clavarle cinco aumentos impositivos a la población, buscando satisfacer sus necesidades, que en el caso de los psicópatas, siempre son distintas a las de los demás.
Ojalá que los jóvenes y la clase media no se dejen clavar los siguientes aumentos impositivos, luego del recién aprobado, pues dada la experiencia en la materia de los gobernantes deben tener proyectados varios más.
Desde que los jóvenes y la clase media impidieron el negocio que iba a hacer Leonel con Los Haitises y empezaron a hostigarlo con lo del 4% para la educación, éste ha tenido en la mirilla a esos sectores. Si no le dio con todos los hierros en 2011 fue porque tomó en cuenta la cercanía de las elecciones. Ahora van pa’lante porque en elecciones ellos suponen que no tienen que pensar hasta entrado 2015.
Pero la juventud y la clase media dan señales de que ya están conscientes de que la lucha frente a la corporación política estatal de Leonel es a vida o muerte. Hacen bien en considerarlo así, porque si algo aprenden los políticos con permanencia larga en el poder es: 1) que restarle poder al pueblo es añadírselo ellos, 2) que mientras más pobres son los ciudadanos más ricos son ellos y 3) que mientras menos educación tenga el pueblo ellos parecerán más sabios. Esos son los fundamentos que dan sostén a la continuidad en el poder, y con eficiencia Leonel lo ha aplicado. Pero, en cualquier pirámide humana, cuando los de abajo se mueven los de arriba se caen. Y el pueblo empezó a moverse.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
Rafael Calderón
Periodista dominicano residente en Nueva York
Entre Usted y yo
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