Placencio es directora de enfermería del hospital de San Cristóbal, en el sur de la República Dominicana. Su esposo y tres hijos también pasaron por la enfermedad. Al igual que decenas de miles de personas en este país caribeño.
Ahora, a pesar del dolor intenso que sufre en las articulaciones como secuela de esta afección, tiene que atender a los cientos de pacientes que llegan cada día con los síntomas de esta fiebre importada de África.
La chikungunya se trasmite por mosquitos y tiene síntomas parecidos al dengue o al paludismo. Con la diferencia que la fiebre muy alta –que puede durar tres días- va seguida de un dolor intenso en las articulaciones. Y en algunos casos este dolor puede quedar de por vida.
"Cuando me dio, presenté una fiebre muy alta, mucho dolor en el cuerpo, en las coyunturas, en las manos… hasta en los cabellos", le cuenta Placencio por teléfono a BBC Mundo.
Según los últimos datos, hay más de 50.000 casos sospechosos de este virus, y la cifra se multiplica con los días.
"A diario tratamos unos 500 pacientes y los fines de semana sube a 800", informa el doctor Miguel Ángel Geraldino, director del hospital de San Cristóbal.
Geraldino le explica a BBC Mundo que el 60% de la población en esa región al oeste de Santo Domingo está afectada, y los más vulnerables son los niños y adultos mayores de 60 años. "Tenemos todas las emergencias abarrotadas".
Según el Ministerio de la Salud, esta provincia cuenta con cerca de la mitad de los casos de todo el país.
Carmen Adames, coordinadora de estrategia de dengue del ministerio, explica que la concentración de casos se debe en parte a "la efectividad de la alcaldía de la ciudad de San Cristóbal en la recogida de basuras".
"Se depositan muchos objetos que se convierten en criaderos de mosquitos. Como estamos en una época de lluvia, consideramos que aumentan los criaderos", le explica a BBC Mundo.
Adames agrega que "también se debe a una población de extrema pobreza, donde hay hacinamiento, bajo nivel educativo y –por lo tanto- poca percepción de riesgo".
"En San Cristóbal hay un gran problema de abastecimiento de agua", dice por su parte el doctor Geraldino. "La gente acumula agua sin tratamiento, sin clorificación, porque el mosquito es de agua limpia".
Otro motivo por la cual hay tantos casos nuevos a diario se debe a que es una enfermedad emergente en República Dominicana.
"No tenemos susceptibilidad a la misma y todos estamos expuestos. Además, la epidemia documentada en otros países indica que la tasa de ataque es bastante elevada", señala Adames.
Geraldino cuenta que fue después de Semana Santa que empezaron a tener una "avalancha" de casos.
"Estamos tratando la fiebre y a los niños le colocamos supositorios para evitar que convulsionen", explica.
Los pacientes también pueden tener problemas respiratorios.
"Yo no tuve dificultad para respirar, como he visto en otros y muy marcado, pero sí me dio la alergia", dice por su parte la enfermera.
Para controlar la epidemia, el gobierno dominicano tiene en marcha una campaña de información, además de fumigación y suministros de larvicidas.
"Hay que padecer esto para saber lo que se siente", agrega Placencio.
Gabriela Torres
BBC Mundo, Salud
Fotos: Getty Images
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