Quirino Ernesto Paulino Castillo, confeso narcotraficante dominicano que firmó un acuerdo con las autoridades norteamericanas, ha decidido hablar sobre los vínculos que tuvo con políticos y funcionarios dominicanos. Ese era el gran secreto que esperaban los medios de comunicación de la República Dominicana, y hubo un momento que se habló con mucha insistencia de la lista de socios y aliados que habría entregado Quirino a los fiscales de los Estados Unidos.
Ahora es el propio Quirino que ha hablado. Primero envió una carta personal a Leonel Fernández, solicitando la devolución de 200 millones de pesos que le habría aportado para la campaña electoral del 2004 y para otras actividades. Y con un lenguaje duro, a veces iracundo, tilda al ex presidente Leonel Fernández de ser más delincuente que él.
En un diálogo de 45 minutos por la emisora Z-101, transmitido este jueves 12 de febrero, Quirino reveló que cada vez que se reunió con Fernández le entregaba un maletín de dinero, y que en otras ocasiones quien acudía a su residencia, a esperar que él se levantara, a solicitar dinero, era el ingeniero Félix Bautista.
Quirino dijo que acudió a una empresa industrial, junto a Félix Bautista, a comprar la planta eléctrica de la Fundación Global Democracia y Desarrollo, que le habría costado 7 millones de pesos, pagados de su dinero, y que también corrió por su cuenta el acarreo de la planta hasta el lugar donde está instalada la entidad que preside el doctor Fernández. Pide que lo desmientan.
Entre las personas mencionadas por Quirino, que se relacionaban cotidianamente con él y que pertenecían al entorno del doctor Fernández, se encuentran Manuel Florentino y Florentino, ex ministro de las Fuerzas Armadas, Ramón Antonio Aquino García, ex ministro de las Fuerzas Armadas, Félix Bautista y la señora Margarita Gómez, actual esposa del general Florentino y Florentino. Todos estaban relacionados con el doctor Leonel Fernández y quien aportaba el dinero era Quirino, de acuerdo a su confesión.
Al conquistar el poder, este entorno se alejó de Quirino, quien sabía que estaba siendo investigado por la DEA de los Estados Unidos. Quirino ha dicho que está hablando sobre este asunto en particular porque desea que todo esté claro, y porque él hizo una negociación con las autoridades norteamericanas en la que fue despojado de todos sus bienes, que ahora es un mantenido y que Leonel Fernández no podía dejarle a él y a sus hijos desprotegidos totalmente como ocurrió.
Si lo que está diciendo este señor es cierto, los denunciados deben ser investigados y procesados. Quirino ha dicho que hubo dos planes para matarlo, pero que no llegaron a ejecución, y que aún sigue en los Estados Unidos. Que vendrá al país en algún momento.
Algunos comentaristas y políticos argumentan que el testimonio de Quirino no es válido, porque se trata de un delincuente y narcotraficante, que carece de credibilidad. Ese argumento no es válido, porque las autoridades de los Estados Unidos formalizaron un acuerdo con él para que brindara información sobre el tráfico de drogas y sus aliados.
Es seguro que Estados Unidos tiene mucha más información sobre este tema, porque además de tener toda la que ofreció Quirino, por otras vías pudo obtener otras informaciones locales, como siempre han hecho. Además, en ningún país está vedado a los delincuentes dar testimonios de sus vínculos con políticos y socios comerciales.
Estas denuncias de Quirino pueden ser fácilmente comprobadas por las autoridades si se decidieran a investigar. La denuncia de este señor es un caso grave, que pone en evidencia las relaciones subterráneas entre políticos y narcotraficantes. Lo mismo pasó con Figueroa Agosto, que dio dinero y vehículos a políticos que no fueron investigados por este asunto.
Lo correcto es que se investigue, que Quirino sea invitado a venir al país y declarar sobre estos reclamos que hace. Él cumplió con la justicia en los Estados Unidos, y sería interesante que colaborara con una investigación de las autoridades dominicanas.
Y si Quirino ha mentido, con la carta y con la entrevista en la emisora La Z-101, deberá ser denunciado y sometido a la justicia por dañar reputaciones y por implicar a tantas personas en actividades ilícitas. Lo que resulta extraño, y sigue llamando la atención es que este tema lleva ya dos semanas en la palestra y el doctor Fernández no ha querido aclarar absolutamente nada. Ha guardado silencio, a sabiendas de que estos asuntos corren y hacen mucho daño político, más a él que es presidente del partido de gobierno, y potencial aspirante a la nominación presidencial.
Editorial Acento
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